CaixaBank ganó 4.786 millones de euros entre enero y marzo, frente a los 90 millones del mismo periodo del año pasado. La elevadísima cifra responde a un efecto contable provocado por el precio pagado por Bankia: al banco de origen catalán le costó 5.314 millones (ampliación de capital para el canje de acciones) hacerse con el patrimonio neto de la entidad nacionalizada (13.088 millones de euros), lo que tras una serie de ajustes a la baja en el valor de los activos (3.474 millones de euros), dio lugar a lo que se conoce como un fondo de comercio negativo de 4.300 millones, que CaixaBank se ha apuntado como beneficio.

El banco, así, pagó por Bankia un 21% más de lo que valía en bolsa antes de anunciarse las negociaciones de fusión, pero menos de la mitad de su valor en libros, ya que todos los bancos cotizan por debajo de su valoración contable debido a que los inversores les penalizan por el impacto de los bajos tipos de interés en su rentabilidad. Las ganancias que ello han generado al banco no entran en caja ni se pueden pagar a los accionistas como dividendo, pero sí elevan el capital, por lo que sirven para financiar el coste del ere o pagar la indemnización por la ruptura de la alianza en seguros que tenía Bankia con Mapfre.

Sin tener en cuenta este efecto ni los 40 millones de gastos extraordinarios por la fusión, el grupo hubiera ganado 514 millones, un 471% más que los 90 millones del mismo periodo de 2020. El fuerte incremento se debió básicamente a que el año pasado tuvo que realizar, como el resto del sector, unas provisiones extraordinarias (400 millones en el primer trimestre) para protegerse de las futuras pérdidas que le provocará la pandemia por impagos y devaluaciones de activos que este año no ha repetido (-66% en dotaciones).

La integración de Bankia se produjo el 31 de marzo, con lo que sus resultados no se reflejan en las cuentas de CaixaBank. Bankia en solitario hubiera ganado 54 millones (65 millones sin los gastos extraordinarios), un 43% menos (o 30,5%), debido a que la caída de los ingresos no pudo ser compensada por las menores provisiones. Si hubiera estado integrados desde enero, el resultado conjunto hubiera sido de 580 millones, un 215% más.

Desafíos estructurales

"Consolidamos nuestro liderazgo en el sistema financiero, alcanzamos cuotas de mercado del entorno del 25% y los mejores ratios de solvencia, liquidez y calidad crediticia entre los grandes bancos en España. Ello nos está permitiendo apoyar decididamente a familias y empresas para salir de esta crisis y liderar la recuperación económica", ha asegurado en una nota el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, respecto a la fusión.

"Somos conscientes de los enormes desafíos estructurales a los que se enfrenta el sector bancario, derivados fundamentalmente del proceso de digitalización de la economía y de los tipos de interés negativos. Por eso hemos querido anticiparnos, acometiendo esta integración que nos va a permitir mejorar sustancialmente nuestra posición competitiva", ha añadido.