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El obispo Murgui se alinea con los sindicatos y reivindica la subida del salario mínimo

La Diócesis de Orihuela-Alicante se reúne con los responsables de CC OO y UGT en la provincia para analizar los efectos de la pandemia de covid sobre el empleo y califica de necesaria la derogación de la reforma laboral

La Iglesia ha querido mostrar su preocupación por los efectos que la pandemia de coronavirus está teniendo sobre el empleo, y no ha dudado en alinearse con las reivindicaciones sindicales en materia de derechos laborales. Así se puso de manifiesto en una reunión que el obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, mantuvo con los responsables de CC OO y UGT en la provincia, y al término de la cual ha compartido peticiones como el incremento del salario mínimo interprofesional o la derogación de las reformas laborales.

Al encuentro, celebrado en los salones del Obispado a iniciativa del Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo, acudieron, además de Jesús Murgui, el vicario general, Vicente Martínez. Por parte de CC OO estuvieron presentes Paco García y Carmen Palomar, secretarios generales en L’Alacantí-Les Marines y Vinalopó-Vega Baja respectivamente, mientras que por UGT lo hicieron Yaissel Sánchez e Ismael Senent, también secretarios de estas mismas demarcaciones. Asimismo, se contó con la presencia de Antonio Javier Aranda, director del Departamento de Trabajo de la Conferencia Episcopal Española; Francisco Javier Ruvira, de Cáritas Diocesana; Francisco Vicente, responsable del Área de Trabajo de Cáritas; y Jesús Fernández, director del Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo.

En la reunión se abordó la situación de los trabajadores y trabajadoras de los sectores más castigados por la pandemia, como el turismo, la hostelería y los servicios, al tiempo que se puso el foco sobre los empleados del campo. Una de las conclusiones extraídas en el encuentro, según señalan fuentes del Obispado, es que esta crisis «se ha visto amortiguada, en parte, por las medidas de contención del Gobierno y las distintas administraciones. La herramienta de los ERTE y las ayudas han determinado que la pérdida de empleos haya sido menor, pero no deja de ser una situación muy preocupante para todas las personas que han perdido su trabajo o se ha visto precarizado».

De igual forma, se puso el acento en la economía sumergida o irregular, sobre todo en sectores como la agricultura, el calzado o el de las limpiadoras, cuidadoras o trabajadoras del hogar, «que, además de perder el empleo, no han tenido ayuda de ningún tipo», lamentan las mismas fuentes. En este sentido, desde el Obispado se señala que «la subida del salario mínimo interprofesional, la agilización del ingreso mínimo vital y la derogación de las reformas laborales son instrumentos necesarios en la construcción de una sociedad más justa, donde los que menos tienen para vivir, puedan sentirse más protegidos y menos heridos en su dignidad».

Reconocimiento al papel que juegan las organizaciones sindicales

El Obispado de Orihuela-Alicante también alude a la labor desempeñada por los sindicatos, sobre la base de que «su trabajo no se ha reconocido suficientemente por la sociedad en general, pese a que su acción de asesoramiento y acompañamiento a las personas en su pérdida de empleo y derechos ha sido esencial». En este sentido, se valoró el trabajo de colaboración entre organizaciones de la Iglesia, como Cáritas, y los propios sindicatos, poniendo como ejemplo de ello la Mesa de Empleo doméstico.

El obispo, Jesús Murgui, califica de «positiva» la reunión, destacando la «necesidad de buscar apoyos comunes para crear corrientes sociales y de colaboración». Está previsto que el encuentro se repita en los próximos meses.

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