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El Estado vota contra el salario de la cúpula de CaixaBank y presiona para bajar el ERE

Goirigolzarri defiende que su salario está «en la línea con los esquemas tradicionales de CaixaBank y es inferior a las referencias comparables del mercado». El banquero apunta que los recortes buscan preservar el máximo de empleos en el futuro

José Ignacio Goirigolzarri, durante su intervención en la junta general de accionistas de CaixaBank celebrada ayer en València. | M.A. MONTESINOS

El Estado, a través del Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (Frob), votó el viernes en contra de la política de remuneraciones de la cúpula de CaixaBank, que incluye el sueldo del nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri. Sin embargo, la propuesta salió adelante gracias al voto de la mayoría de los accionistas con lo que el banquero cobrará un fijo de 1,65 millones de euros más un variable de hasta 200.000 euros frente a los 500.000 euros que percibió el año pasado en Bankia por límite legal. La junta general de accionistas (celebrada en el Palacio de Congresos de València) aprobó las cuentas de la entidad de 2020 (ejercicio en el que ganó 1.381 millones, un 19% menos tras provisionar 1.252 por la covid). El Gobierno también está presionando a la entidad para que rebaje el ERE de cerca de 8.000 trabajadores. Goirigolzarri defendió que los recortes de empleo son necesarios para conservar el máximo de empleos en el futuro.

Un grupo de empleados protesta en la entrada de la junta. | M.A. MONTESINOS

El rechazo del Frob (que es un fondo público y tiene el 16% del banco) a la subida del salario del nuevo presidente de CaixaBank supone romper una línea de acuerdo completo que Goirigolzarri ha tenido con los diferentes gobiernos con los que ha convivido desde que asumió el liderazgo en Bankia en 2012.

El presidente de CaixaBank defendió que lo que cobra el consejo «es de media un 50% inferior a las retribuciones de los demás consejos de bancos del Ibex, exceptuando Bankia». «En cuanto a mi propia remuneración, la propuesta se plantea en el marco de las modificaciones en el consejo por la fusión, aprobada en diciembre con más del 99% del voto de los accionistas. Como se recogía en el proyecto de fusión, se ha creado una presidencia ejecutiva, con responsabilidades en los ámbitos de auditoría, comunicación y relaciones institucionales, y la secretaría del consejo. La retribución definida y propuesta por la comisión de retribuciones, aprobada por el consejo, está en la línea con los esquemas tradicionales de CaixaBank y es inferior a las referencias comparables del mercado», argumentó antes de afirmar que lo mismo es aplicable para Gortázar.

La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, instó ayer a CaixaBank y al BBVA, que ha presentado un ERE para 3.500 empleados, a debatir una rebaja de los despidos planteados. «No son tiempos de despidos», subrayó. La ministra recordó que muchas entidades «han recibido ingentes cuantías públicas» de ayuda y «están teniendo beneficios». Sin embargo, Goirigolzarri insistió en que los recortes en CaixaBank son necesarios para mantener el resto de puestos de trabajo. «Una fusión como la que estamos llevando a cabo requiere un redimensionamiento de nuestras plantillas en el corto plazo para preservar el máximo de empleos de forma sostenible en el futuro», subrayó.

Los sindicatos cargan contra los directivos por sus sueldos y los ajustes

Gonzalo Gortázar se muestra convencido de que se llegará a «un acuerdo razonable»

Representantes de los sindicatos CC OO, UGT, CGT, ASP y SATE tomaron la palabra en la junta de accionistas para cargar contra los directivos por subirse el sueldo mientras plantean un ERE «salvaje». Ruth Bolaños, delegada de CC OO, lamentó que Goirigolzarri no haya dudado en triplicarse el sueldo «cuando no se ha enfriado todavía el sillón del antiguo presidente». Caterina Llibre, de UGT, destacó que la fusión con Bankia ha sido una operación «redonda» que ha reportado al grupo «importantísimas ganancias» y «ustedes, sin sonrojarse lo más mínimo, plantean un ERE salvaje para rentabilizar todavía más la operación, como si ya de por sí no fuera lo suficientemente rentable». Unos 400 empleados de la entidad se concentraron en la entrada del Palacio de Congresos de la ciudad de València para protestar por los recortes.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, se mostró convencido de que finalmente se llegará a «un acuerdo razonable». Inicialmente, el ERE estaba previsto para 8.291 trabajadores, aunque hace unos días la entidad propuso recolocar internamente a 500. Gonzalo Gortázar defendió un acuerdo que facilite «la recolocación de las personas que salgan de la entidad» y que no se base en criterios de edad.

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