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Un informe de la Cámara apunta que los bajos tipos y el ahorro impulsarán el sector inmobiliario

La construcción había recuperado en diciembre el 70% del empleo destruido al inicio de la pandemia, según el estudio de la institución

Un edificio en construcción en la ciudad de Alicante. | RAFA ARJONES

A pesar del enorme varapalo sufrido durante el año pasado, cuando las ventas se desplomaron casi un 23% en la provincia, lastradas por la caída de los compradores extranjeros, el sector inmobiliario de la provincia sale vivo de la crisis provocada por la pandemia y, si nada se tuerce, podría empezar a recuperar el pulso en la segunda mitad del año.

Al menos así se deduce de la Nota Técnica sobre la Inversión Residencial en la provincia que ha realizado la Cámara de Comercio de Alicante y que señala, por ejemplo, que la construcción había recuperado ya en el mes de diciembre el 70% de los cerca de 6.000 empleos destruidos al inicio de la pandemia, con un volumen total de ocupados de 49.879 personas.

Aunque los propios técnicos de la Cámara señalan que la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia se mantiene y que, sobre todo, la confianza en la situación económica se ha deteriorado, también señalan algunas palancas que podrían colaborar a una rápida salida del bache de este sector.

Para empezar, la institución presidida por Juan Riera apunta que las condiciones de financiación siguen siendo atractivas, a pesar del ligero endurecimiento que se ha registrado en los criterios que aplican las entidades para conceder los préstamos. Sin embargo, los tipos siguen en mínimos históricos y los márgenes aplicados en los créditos ordinarios incluso se han reducido.

Del mismo modo, desde la Cámara señalan que la progresiva mejora de la actividad conllevará un aumento del empleo y, por tanto, de la renta de los hogares, lo que también favorecerá una mayor demanda. En este terreno, los autores del documento también recuerdan que el aumento de la tasa de ahorro registrado durante la pandemia -llegó al 14,8% de la renta disponible- favorecerá ahora la inversión, y es previsible que una parte de ella se desvíe al ladrillo, ante la escasa rentabilidad de otras alternativas.

Al mismo tiempo, otra de las palancas que cita el estudio es la llegada de los fondos europeos para la recuperación, que favorecerán las actuaciones de rehabilitación, lo que puede impulsar la actividad de la construcción. Así, recuerdan que los Presupuestos Generales del Estado prevén hasta 1.651 millones para esta partida en 2021.

En cualquier caso, también recuerdan que buena parte de lo que ocurra dependerá de la rapidez con la que se recupere la economía en los principales países europeos, de los que proceden casi la mitad de los compradores de vivienda en la provincia.

Stock de viviendas

El año pasado se vendieron en la provincia 32.826 viviendas, lo que supuso un descenso del 22,6%. La caída fue mayor entre los compradores extranjeros, que adquirieron 14.386 casas, un 31% menos, según se recoge en el informe. Como consecuencia de esta menor demanda, los precios cayeron un 2,2%, hasta situarse en 1.282 euros por metro cuadrado. La incertidumbre también frenó el inicio de nuevas promociones. En concreto, se visaron proyectos para iniciar 4.890 casas, un 14% menos. Además, la provincia aún arrastra un stock de 37.462 viviendas sin vender, principalmente de los años de la burbuja, lo que supone el 2,87% del parque total de viviendas existente en la zona.

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