La pandemia del covid-19 ha provocado un impacto económico a nivel mundial. Los bolsillos de la inmensa mayoría de los ciudadanos han sufrido las consecuencias de la crisis sanitaria y sus problemas derivados. La gestión de la economía particular en tiempos de coronavirus se ha convertido en un verdadero reto y ahorrar parece una misión imposible en un momento de tanta complejidad.

Es por ello que, especialmente ahora, resulta de vital importancia cuidar de nuestra salud financiera. Esta terminología se refiere a la gestión económica de cada persona para que los ingresos sean capaces de cubrir los gastos e inversiones y, además, poder afrontar posibles imprevistos. El equilibrio entre gastos e inversiones es, por tanto, primordial, al igual que una buena toma de decisiones respecto al uso de los recursos financieros personales.

Pese a que suele haber un número de gastos fijos, otros se pueden reducir. De igual modo, hay que destacar la planificación finaciera a largo plazo; es decir, ser conscientes de los recursos disponibles y qué posibilidades ofrecen para el futuro. 

Un método de gestion fnanciera muy extendido es el conocido como la regla del « 50/30/20». Se trata de una herramienta que permite vertebrar ingresos y gastos. Esta sistema, creado por la profesora de Harvard Elizabeth Warren, se basa en la división de los ingresos en tres tipos de gastos diferente. La mitad de los ingresos, lo que significa el 50 % de ellos, ha de estar destinado a cubrir necesidades básicas. Por otro lado, un 30 % de los gastos debe ir a parar a aquello útil o atractivo, pero no imprescindible y el 20 % de los ingresos restantes deben ahorrarse.

Este control de la economía garantiza un buen manejo de los ingresos y, además, permite a la larga crear un colchón para sufragar gastos repentinos o imprevistos.

Sin embargo, no siempre se puede aplicar este modelo de ahorro, pues cada persona cuenta con una situación distinta y en muchos casos el nivel de ingresos se destina en porcentajes mucho mayores a cubrir las necesidades básicas. Por ello, tanto el ahorro como el gasto económico en aspectos no imprescindibles resulta casi imposible.

La voz de los expertos

Debido a que cada persona se enfrenta a una realidad diferente, la ayuda de los expertos es esencial. Por ello, Levante-EMV, periódico del grupo Prensa Ibérica al que también pertenece INFORMACIÓN, acoge el encuentro digital BBVA-Salud financiera, organizado por la entidad bancaria, en el que se abordarán todas estas cuestiones. El encuentro tendrá lugar el próximo jueves día 27 de mayo y será moderado por la directora de LevanteTV, Silvia Tomas. Contará con la presencia de múltiples expertos en este ámbito.

En primer lugar, Alberto Guillén, responsable de Productos Digitales de BBVA en España. Asimismo, asistirán Fernando Castelló, profesor de ESIC, e Isabel Giménez Zuriaga, directora General Fundación Estudios Bursátiles y Financieros. El encuentro también contará con la presencia de Carlos Aguado, uno de los ganadores del Hackaton Beyond Barries BBVA y Esic, quien aportará una visión de cómo los jóvenes afrontan la gestión de la salud financiera.

 Así pues, BBVA ofrece una aplicación que permite administrar la economía doméstica de manera integral. Se trata de la primera entidad en España que ofrece información sobre patrimonio neto en una aplicación.

La aplicación de BBVA optimiza las gestiones

Las nuevas tecnologías han adquirido un peso cada vez mayor, especialmente a raíz de la situación de pandemia, donde una cantidad inmensa de las gestiones se ha realizado de manera virtual.

En este contexto, BBVA ha querido impulsar los servicios de salud financiera que ya venía ofreciendo a sus clientes para ofrecer una experiencia más completa, personalizada e intuitiva. Aporta un balance de ingresos y gastos de cada individuo, así como un análisis de los gastos más recurrentes.

De igual modo, avisa al cliente de los futuros cargos en su cuenta bancaria y le ofrece propuestas que podrían ayudarle a mejorar su salud financiera.

Ofrece una doble visión. Por un lado, de corto plazo, que facilite al usuario la planificación diaria. Por otro, una de medio y largo plazo, que le permita afrontar el futuro de manera óptima.