CaixaBank se da tres semanas para tratar de cerrar un acuerdo con los sindicatos y pactar su ere. La entidad bancaria ha comunicado este lunes a los representantes de los trabajadores que alarga hasta el 29 de junio el periodo de consultas para negociar el despido colectivo, tal como han confirmado fuentes de la dirección. Las partes todavía están alejadas en varios y puntos y las centrales, con las actuales condiciones, no aceptan un expediente de extinción que ahora mismo se saldaría con 7.605 despidos. Ante la prolongación de las conversaciones, que vencían formalmente el próximo 10 de junio, los sindicatos han desconvocado la huelga prevista para la jornada del 9 de junio.

El mes preceptivo por ley de periodo de consultas no ha sido suficiente para cerrar uno de los mayores expedientes de regulación de empleo en la historia de España y las partes han pactado concederse tres semanas más para seguir negociando. De la misma manera que el BBVA, otra entidad bancaria actualmente en vías de acordar su ere, alargó las negociaciones, CaixaBank ha certificado lo propio este lunes. En paralelo a la jornada de paros parciales que han convocado los trabajadores del gigante bancario, los negociadores se han vuelto a sentar a la mesa. Donde ha habido pocos avances.

Uno de los puntales en los que insisten los sindicatos es en reducir el número de afectados finales. Los 8.291 despidos que inicialmente puso la dirección sobre la mesa se han ido rebajando hasta los 7.605 ceses que contempla el último borrador. La división comercial es un departamento donde desde la empresa reconocen que pueden disminuir algo más la afectación, con la intención de redirigir parte de ese personal para la cobertura de bajas de larga duración. Desde los sindicatos han propuesto que un grupo de trabajadores se acogiera a un plan de excedencias, para descargar de masa salarial durante un periodo limitado de tiempo al banco, pero la empresa ha visto con recelos dicha propuesta.

Fuentes de la compañía han explicado que han ofrecido a las centrales estudiar "fórmulas para la redistribución territorial del excedente de personal". Es decir, han abierto la puerta a aceptar que trabajadores de distintas zonas geográficas se adhieran al paquete de salidas voluntarias y luego sea la empresa la que reequilibre las plantillas, con movilidad de los trabajadores que se quedaran, por ejemplo.

Sin acuerdo en las indemnizaciones

El monto de las indemnizaciones es otro elemento que distancia a las partes y que se seguirá debatiendo durante las próximas tres semanas. Según cálculos de la empresa, las demandas de los trabajadores comportarían un desembolso de unos 4.000 millones de euros en indemnizaciones, mientras que la oferta de la empresa oscila en una horquilla de entre 1.000 y 2.000 millones; según han explicado fuentes sindicales.

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La última oferta que trasladó CaixaBank a las centrales en la reunión de la semana pasada incluía un nuevo tramo para trabajadores de 56 años o más, que recibirían hasta cumplir los 63 años un pago fraccionado correspondiente al 54% de su salario fijo, además del pago del convenio especial con la Seguridad Social. Otro nuevo tramo es para los de 54, que se suman al que ya existía para los de 55 años y que recibirían una indemnización de pago único consistente un 53% del salario multiplicado por 5,5, así como el pago del convenio especial con la Seguridad Social hasta que el trabajador cumpla 61 o 62 años.

Y los trabajadores de 52 y 53 años, por su parte, recibirían una indemnización del 50% del salario regulador multiplicado por 5,5. Para el resto de empleados, la indemnización sería de 35 días de salario por año trabajado con un tope de 24 mensualidades. Por otra parte, se mantiene en el 60% el límite máximo de empleados mayores de 52 años que pueden adscribirse al plan de extinciones de contrato, uno de los puntos más polémicos para los sindicatos.