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Las nuevas tarifas eléctricas disparan un 25% la demanda de energía solar en la industria

El sistema de franjas horarias ha encarecido los costes para las empresas, relanzando, así, la petición de instalaciones fotovoltaicas - La subida de precios de los dos últimos meses y las ayudas también están contribuyendo a este fenómeno

La cubierta fotovoltaica instalada por la empresa textil Hilaturas Sanchís, ubicada en Cocentaina. | INFORMACIÓN

El sector industrial ha dicho basta. Son años y años los que se viene quejando de los elevados precios del suministro eléctrico, lo que impacta de lleno en su competitividad. Pero lo sucedido en los últimos dos meses, primero con un encarecimiento sin precedentes de la factura, y después con las nuevas tarifas aprobadas por el Gobierno, ha propiciado que las empresas hayan decidido lanzarse a los brazos de la energía solar. Nada menos que un 25% se ha incrementado la demanda de instalaciones fotovoltaicas en la provincia durante este periodo, en un fenómeno en el que también han tenido mucho que ver las subvenciones habilitadas por la Generalitat para este tipo de equipamientos.

El contexto que se está viviendo en estos momentos podría muy bien interpretarse como una tormenta perfecta. En primer lugar, los meses de abril y mayo han traído consigo las facturas eléctricas más caras de la historia, tanto para los consumidores domésticos como para las empresas. Y, en segundo lugar, el pasado 1 de junio entraron en vigor las nuevas tarifas eléctricas, basadas en franjas horarias, que van a seguir incrementando los costes.

Con los cambios aprobados, la electricidad diurna resulta más cara y la nocturna más barata, de manera que son muchas las empresas que no van a tener otro remedio que consumir solo electricidad cara. Todas las actividades que tengan consumos muy estables a lo largo del día, o en las que trasladar la producción a otros horarios resulte muy complicado, van a sufrir un incremento más que significativo en sus gastos.

Las empresas con horario diurno pueden llegar a pagar entre un 25% y un 37% más.

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Y las consecuencias no se han hecho esperar. Compañías del sector del autoconsumo energético de la provincia están constatando en los últimos meses un incremento superior al 25% en la demanda de instalaciones fotovoltaicas. Este es el caso de Cubierta Solar, cuyo gerente, Luis Navarro, destaca que «son muchas las empresas que por la propia naturaleza de su actividad sólo van a poder consumir electricidad cara, por lo que se van a ver abocadas a pagar más por el mismo servicio que tienen ahora. La factura, de hecho, se les puede incrementar entre un 25% y un 37%, que son porcentajes más que significativos».

Esta circunstancia es la que ha disparado el interés por la energía fotovoltaica, teniendo en cuenta que conlleva ahorros de hasta el 80% respecto a la red convencional, y la instalación necesaria se amortiza en un periodo de tres a cinco años, con una vida útil de treinta. Hay, asimismo, otras ventajas, dado que la nueva normativa en la materia permite la posibilidad de instalar sistemas de almacenamiento para consumir la energía generada y no utilizada cuando más le pueda convenir a la empresa.

El Ivace ha ampliado de 3 a 7,5 millones las ayudas para instalaciones solares.

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Por si esto fuera poco, hay otro factor que también está contribuyendo a este creciente interés por parte del sector industrial, como son las subvenciones que se activaron a finales de mayo por parte del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (Ivace) para promover la instalación de energía fotovoltaica. El plazo finalizaba este pasado 7 de junio y el programa estaba dotado con 3 millones de euros. Sin embargo, ante el interés mostrado por las empresas, se ha decidido ampliarlo hasta el día 21 de este mismo mes con una dotación que alcanza ahora los 7,5 millones de euros. La subvención es a fondo perdido y puede llegar a cubrir el 65% de la instalación.

Una de las zonas en las que más están proliferando las instalaciones fotovoltaicas en industrias es la Foia de Castalla. El director de la asociación de empresarios, Héctor Torrente, destaca que «son muchas las empresas que están trabajando en el autoconsumo, porque es una buena alternativa ante una factura eléctrica con unos precios cada vez más prohibitivos. Pero en la mayoría de los casos la energía solar no llega a cubrir totalmente las necesidades de las industrias, por lo que seguimos precisando una electricidad competitiva en calidad y costes, porque en caso contrario nos desmarcamos de Europa a nivel de competitividad».

La sostenibilidad también actúa como incentivo

Los empresarios valoran tanto el ahorro como la posibilidad de contar con una energía limpia

Una de las empresas que ha apostado por la energía fotovoltaica es Hilaturas Sanchís, ubicada en Cocentaina. Cuenta, en concreto, con dos instalaciones, una en la partida de Serelles y otra en la cubierta de la propia empresa, que en conjunto suman 2.438 paneles y ofrecen una potencia de 1.011,77 kilowatios. La compañía valora el ahorro, pero también la sostenibilidad.

Su gerente, Miguel García Muñoz, señala que, «junto a la reducción de costes y la mayor previsión en el control de los gastos, estas instalaciones nos permiten ser doblemente sostenibles. Trabajamos con hilo reciclado para ofrecer materiales cada vez más respetuosos con el medio ambiente, y al mismo tiempo reducimos nuestras emisiones de CO2 gracias a la energía del sol. Forma parte de nuestra filosofía». Según los cálculos realizados, la empresa dejará de emitir 741,87 toneladas de CO2, al tiempo que ahorrará una media de 115.920 euros al año.

Otras empresas que han recurrido a instalaciones fotovoltaicas recientemente son Tescoma, en Mutxamel, y Ecocero, en San Vicente del Raspeig, entre otras.

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