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Los mayores también juegan y se gastan más de 130 millones de euros al año

El denominado segmento «kidult» ya acapara el 14% del mercado en España y es uno de los que más ha crecido durante el último ejercicio

Figuras de acción de «Star Wars» en una tienda de Alicante. | RAFA ARJONES

Es toda una paradoja. Mientras los niños abandonan los juguetes tradicionales a edades cada vez más tempranas, la cifra de adultos que se divierte con muñecos de acción, juegos de mesa o construcciones tipo Lego no deja de aumentar. Es lo que en la industria juguetera se conoce como «kidults» (el acrónimo de niño+adulto, en inglés), uno de los segmentos que más venía creciendo en los últimos años en todos los países desarrollados y que con la pandemia se ha acabado de consolidar.

Basta con ver los datos del año pasado. Mientras las ventas de juguetes en general descendían un 7% en España, hasta los 929 millones de euros, las del segmento «kidult» crecían un 12%, hasta superar los 130 millones de euros, según los datos facilitados por NPG Group, la consultora de referencia en el sector.

Figuras de franquicias como Star Wars, Funkos y juegos de mesa o de construcciones son los que más triunfan

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De esta forma, este colectivo ya acapara el 14% de todos los juguetes que se venden en el país, tres puntos más que el año anterior. Y la cifra irá a más, si se tiene en cuenta que en países como el Reino Unido esta categoría ya representaba más de una cuarta parte del mercado hace tres años.

«En otras épocas los adultos nunca hubieran ido a comprar juguetes para sí mismos, pero actualmente cada vez hay un mayor grupo de jóvenes y de mayores que se vuelven hacia ellos como una forma de entretenimiento», señala la directora de I+D del Instituto del Juguete (Aiju), María Costa, que apunta que, durante la pandemia, también ha sido una forma de «liberar el estrés provocado por el confinamiento».

Entre este público, los juegos de mesa de todo tipo son la estrella: de rol, de estrategia o simplemente para echar unas risas con los amigos, como puede ser el Pictionary. A ellos hay que añadir los puzzles y los juegos de construcciones tipo Lego. De hecho, las propias jugueteras son cada vez más conscientes del peso de estos «kidults» en sus ventas y ya enfocan una parte de sus productos a este tipo de usuarios.

Y no se trata sólo de recreaciones de naves de «Star Wars» o de escenarios de «Juego de Tronos». Los fabricantes de bloques lanzan gamas para construir centros de mesa florales o simular bonsais con los que decorar la estantería.

Otra de las categorías que triunfan casi tanto entre los adultos como entre los niños son las figuras de acción de personajes de todo tipo de películas y cómics, así como los populares Funkos, los muñecos de cabezas desproporcionadas que llevan varios años arrasando. Hasta las tradicionales muñecas pelonas han encontrado su versión adulta con los bebés hiperrealistas que compran muchas mujeres, como recuerda la experta de Aiju. «No hay que quedarse con la idea de que son sólo frikis, es un fenómeno mucho más amplio», apunta Costa.

En la misma línea, durante el último año también crecieron con fuerza, un 29%, los productos comprados con «destinatario múltiple», es decir, los que se compran para jugar en familia, según NPD.

Más venta online

Por otro lado, los datos de la consultora también confirman el enorme empuje que han recibido las ventas de juguetes online, que el año pasado ya sumaron el 36% de toda la facturación del sector, tras crecer un 47% como consecuencia de la pandemia.

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