La dirección de CaixaBank propuso ayer una nueva rebaja de 450 personas en el número de afectados por el ERE que negocia con la plantilla, que pasaría así de los 8.291 inicialmente planteados a 6.950. Una rebaja que coincidió con la que, según los sindicatos, fue la primera huelga de la historia de la entidad, que tuvo un seguimiento «masivo», tanto en la provincia, como en el conjunto del país, de acuerdo con los convocantes. El banco no facilitó ninguna estimación al respecto.
Así, a nivel nacional, los sindicatos calculan que permanecieron con la persiana bajada hasta el 70% de las sucursales y que la actividad se redujo alrededor de un 90%; una cifras que fueron aún mayores en la provincia, donde CC OO y UGT señalaron que el cierre fue casi completo, sobre todo en las zonas del interior y en poblaciones como Orihuela, Benidorm y Elche, según el portavoz de este último sindicato, Víctor Miravete. Igualmente, en Alicante permanecieron cerradas al público las principales oficinas del centro, como las de la avenida de la Constitución, la de Alfonso el Sabio o la de la plaza de la Montañeta.
Además, se celebraron concentraciones en decenas de ciudades de toda España que, en el caso de la Comunidad, tuvo lugar en la calle Pintor Sorolla de València, donde la entidad tiene su sede social. Unas protestas que tuvieron por lema «Todxs somos CaixaBank» y donde los representantes sindicales volvieron a dejar claras las líneas rojas de la negociación, que pasan porque todas las salidas que se produzcan sean voluntarias, como recalcó Sara Cutanda, la responsable en la autonomía de la sección sindical de CC OO en la entidad. «No puede ser que la empresa plantee medidas como si fuera una compañía en quiebra cuando gana millones de euros», insistió la portavoz sindical.
A pesar de los pequeños avances que se producen, las negociaciones entre los sindicatos y la dirección de CaixaBank no consiguen llegar a buen puerto, lo que ha obligado a prorrogar los plazos que, oficialmente, vencían el pasado 10 de junio. La nueva fecha límite es el próximo 29 de junio, y lo cierto es que tampoco da la sensación de que el acuerdo esté próximo.
Durante la reunión de ayer, la entidad puso sobre la mesa una nueva reducción de la cifra de afectados, que inicialmente era de 8.291 personas, unas 250 en Alicante. La entidad ya prometió recolocar a 686 trabajadores en otras empresas del grupo y ahora plantea reducir en 450 la cifra de salidas, con lo el número final de afectados se situaría en 6.950.
Sin embargo, los sindicatos siguen sin estar de acuerdo, ya que lo que exigen es que no haya despidos forzosos. Es decir, que todas las salidas sean voluntarias. En este sentido, aseguran que habrá solicitudes de sobra para cubrir el cupo planteado, si las condiciones económicas que se acuerdan son los suficientemente generosas.
De momento, ayer la entidad mejoró las primas para los menores de 52 años que se acojan al expediente. Además, elevó un punto, hasta el 53% del salario con un máximo de seis anualidades, la compensación para los que tienen 52 y 53 años, y mejoró también ligeramente las condiciones del resto de grupos de edad. La reunión acabó sin acuerdo.
