Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Miniland bate a la pandemia gracias al tirón del juguete educativo y de internet

La firma de Onil factura 15,2 millones en 2020 y mejora su beneficio un 26,6% - Su línea de muñecas inclusivas concentra el 40% de la exportación

El director general de Miniland, Rafael Rivas, con varias de las muñecas de la firma. | JUANI RUZ

A pesar de la pandemia y de la caída global que sufrió el mercado, la juguetera de Onil Miniland consiguió mantener e incluso incrementar ligeramente su facturación el año pasado, en el que también consiguió mejorar un 26,6% sus beneficios, de acuerdo con las cuentas de 2020 que la compañía acaba de depositar en el Registro Mercantil. Una evolución que ha sido posible gracias al tirón del juguete educativo durante los meses posteriores al confinamiento, a la apuesta por el canal online o la buena marcha de su línea de muñecas inclusivas -que reflejan bebés de diversas etnias con síndrome de Down-, que ha tirado de las exportaciones, según afirma el director general de la firma, Rafael Rivas.

De esta forma, la compañía cerró el año pasado con una cifra de negocio de 15,19 millones de euros, lo que supuso un incremento del 1,79% sobre el ejercicio anterior, a pesar de la incidencia de la pandemia. En este sentido, Rivas señaló ayer que la expansión del covid afectó en mayor medida a la división del negocio que se dedica a la puericultura, mientras que en el segmento del juguete, tras los primeros meses de confinamiento, hubo una rápida recuperación y la compañía firmó un «buen segundo semestre». Algo que consiguió gracias a su especialización en juguetes educativos, que experimentaron un fuerte tirón desde el momento en que los pequeños empezaron a pasar más tiempo en casa.

Rivas destaca en especial el éxito de las distintas líneas que la firma tiene de juegos para desarrollar el aprendizaje social y emocional. Además, también cosechó un notable éxito con el lanzamiento de su línea de muñecas inclusivas, la Miniland Dolls, que simulan bebés de todo tipo de etnias con síndrome de Down, una iniciativa que le valió el premio al mejor juguete del año que concede la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (Aefj) y que incluso llamó la atención de la prensa internacional, como el británico The Guardian.

Unas muñecas que acapararon alrededor del 40% de las exportaciones de la firma y que también le permitieron crecer en mercados como Estados Unidos, donde el discurso racista de su anterior presidente, Donald Trump, provocó una reacción contraria y elevó la venta de este tipo de juguetes.

De esta forma, a pesar del retroceso que sufrió en el mercado nacional, donde sus ventas cayeron de 8,3 a 8 millones de euros, la mejora de los envíos a Europa, que pasaron de 4,37 a 4,95 millones, y el mantenimiento de las exportaciones a terceros países, que sumaron otros 2,2 millones, compensaron de sobra este descenso. En el caso de Estados Unidos, las cifras superaron el millón de euros, según el ejecutivo, frente a los 600.000 euros de 2019.

Otra de las claves del ejercicio de la juguetera de Onil fue su apuesta por el canal online y Amazon, que le permitieron elevar por encima del 15% el volumen de facturación que consigue a través del ecommerce. En cuanto a los resultados, la juguetera de Onil logró mejorar un 26,6% sus beneficios, hasta superar el millón de euros.

Por otro lado, la firma del grupo Qiub Packaging, dedicada a la fabricación de envases alimentarios, como molinillos para especias, elevó sus ventas un 35% el año pasado, según Rivas. Unas cifras que no están incluidas en las cuentas de Miniland.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats