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La bajada del IVA no impide la subida del recibo de la luz: tres euros más que en junio

El precio del megavatio en el mercado mayorista supera su máximo histórico y los expertos alertan de que la energía seguirá disparada en los próximos meses - Los consumidores reclaman un cambio en el sistema para frenar la escalada

Unos operarios trabajan en una torre de alta tensión en Orihuela. |

La bajada del IVA del 21% al 10% ha suavizado el golpe, pero no ha sido suficiente para impedir que el recibo de la luz vuelva a encarecerse. La escalada del gas y de los derechos de emisiones siguen tirando al alza del precio mayorista de la electricidad, que este miércoles superará su máximo histórico de todos los tiempos, y sitúa ya la factura media para este mes en 84,35 euros, tres más que en junio, según los cálculos de la asociación de consumidores Facua. Una situación que, además, amenaza con prolongarse durante bastante tiempo, al menos hasta principios del próximo año, según advierten los expertos y reconoció ayer la propia ministra de Transición Energética, Teresa Ribera.

De esta forma, el precio del megavatio en el mercado mayorista para este miércoles quedó fijado en la subasta de ayer en 106,57 euros, lo que supone la cifra más elevada de la serie histórica, al superar los 103,76 que marcó en enero de 2002, hasta ahora el récord absoluto. Una cotización que viene dada por el aumento de demanda que se registra en verano por el uso masivo del aire acondicionado, pero, sobre todo, por el encarecimiento de los derechos de emisión de dióxido de carbono y el precio del gas natural en los mercados internacionales.

Aunque este combustible apenas supone el 12% de la energía eléctrica que se produce en España, su coste es el que marca el precio para toda la electricidad que se genera debido al sistema de subasta marginalista que se aplica en España. Este consiste en que la demanda prevista se va cubriendo tomando primero la fuente de energía más barata (generalmente la eólica), luego la segunda y así hasta que se completa el cupo necesario. La última en entrar es la que marca el precio que se pagará para todas ellas. Cuando resulta suficiente con las renovables y la nuclear, el precio suele ser considerablemente más barato, pero, cuando se necesita la intervención de las centrales de ciclo combinado, se encarece y más si el precio del gas está disparado, como ocurre ahora.

En este sentido, el analista de mercados de Grupo ASE, Juan Antonio Martínez, señala que gran parte del encarecimiento actual de la electricidad, sobre todo el que se debe a los derechos de emisión, «es estructural» y viene dado por el deseo de la UE de acelerar el cambio hacia energías más limpias, que no están del todo maduras y necesitan de precios elevados para atraer a la inversión necesaria para su desarrollo. La alternativa serían las subvenciones directas a las renovables, como se hizo a principios de la pasada década. Unas primas que aún se están pagando en el recibo y que suponen casi un tercio de la factura.

Pero Martínez tampoco es mucho más optimista sobre la evolución del gas. Según explica, en los últimos años el precio de este combustible en Europa se abarató considerablemente gracias a las importaciones desde Estados Unidos y Qatar, pero el aumento de la demanda en Asia -China, Japón, Corea e India- ha desviado estos suministros, mientras Rusia rechaza aumentar su producción. De esta forma, tampoco se prevé un abaratamiento por lo que, a su juicio, habrá que acostumbrarse a un precio de la electricidad más elevado.

Una opción que, claro está, no gusta a los consumidores. Así, Facua insistió ayer en la necesidad de poner en marcha nuevas medidas para frenar la escalada de precios. Según sus cálculos, de seguir por este camino, el recibo medio de julio para los que tienen tarifa regulada -el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor- se situará en 84,35 euros, tres más que en junio, y el tercero más caro de la historia, a pesar de la bajada del IVA. Sin ella, la factura media sería ya de 92,79 euros, lo que sería un récord absoluto. Con respecto al año pasado, el recibo medio se han encarecido 21,68 euros, aunque entonces la falta de demanda hundió los precios.

De momento, estas oscilaciones solo afectan en la provincia a los 450.000 abonados que tienen la tarifa regulada, aunque, como recuerda el presidente de Avacu, Fernando Móner, también acabarán llegando a los 950.000 que están en el mercado libre, cuando les toque renovar las condiciones del contrato. Móner reclamó un cambio en el sistema de fijación de precios «perverso» que existe en España, además de «revisar» los márgenes de beneficio que logran las eléctricas. También exigió un cambio en los impuestos que paga la electricidad, que, como recordó, suponen buena parte del recibo.

La bombona de butano también se encarece un 4,99%

El precio máximo de la bombona de butano de 12,5 kilogramos se sitúa desde ayer en 15,37 euros, lo que supone un aumento del 4,99%. Es la quinta subida consecutiva del butano, que se encuentra ya en su nivel más elevado desde marzo de 2015. La revisión bimestral del precio se calcula en función del coste de la materia prima (propano y butano) en los mercados internacionales, así como del coste de los fletes (transporte) y la evolución del tipo de cambio euro-dólar.

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