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El agua de mar que recarga a Rafa Nadal

Los laboratorios de la firma en el municipio de Cox. | Activos

Francisco Coll reconoce que la informática no es una materia que le emocione demasiado. Por eso, cuando acabó esta carrera en la Universidad de Alicante y su padre, Joan Miquel Coll, le propuso iniciar algún negocio juntos, no se lo pensó dos veces. El progenitor había trabajado toda la vida en laboratorios farmacéuticos y siempre había tenido la idea de crear una empresa familiar. Además, andaba tiempo con la vista puesta en las fórmulas de un laboratorio francés que se dedicaba a desarrollar tónicos y otros productos a base de agua de mar, mediante una técnica exclusiva de microfiltrado en frío.

Dicho y hecho. Entraron en contacto con la compañía, que por entonces no atravesaba por su mejor momento, y la acabaron comprando. Y así fue como el laboratorio que lleva el nombre de uno de los biólogos más conocidos de Francia de principios del siglo pasado, René Quinton, acabó instalándose en la provincia de Alicante, a caballo entre la capital, donde están las oficinas, y Cox, donde está el centro de producción. Eso sí, el agua que utilizan no la extraen del cercano mar Mediterráneo, sino a más de 680 kilómetros de allí, en el Golfo de Vizcaya, a 10 millas de la costa y 20 metros de profundidad. Una zona de especial riqueza mineral y biológica, según explican sus responsables.

Durante los 25 años de vida que acaba de cumplir la actual Quinton Biotech Labs, la firma ha utilizado el agua obtenida mediante la técnica inventada por el francés en el desarrollo de diversas gamas de productos, que van desde los espráis nasales hasta las ampollas bebibles de agua, tanto isotónica, es decir, disuelta en agua de manantial, que contribuye a mejorar la digestión; como hipertónica (agua salada), que contribuye a la reposición electrolítica y a combatir el cansancio.

Quinton expande su negocio e incorpora probióticos a la gama de productos con propiedades para la salud que elabora con agua marina

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Precisamente, esta propiedad de facilitar la recuperación fue lo que llevó a la compañía a lanzar otra de sus gamas de productos más exitosas, especialmente pensada para los deportistas, que comercializa bajo la marca Totum Sport. Un producto que recibió un notable impulso cuando se vio a Rafa Nadal tomando los sobres de agua hipertónica de la marca para reponerse tras los sets en varios Grand Slams. Según explican desde la compañía, lo hizo a raíz de que se lo recomendara su nutricionista, Gemma Bes, para combatir los calambres musculares. Los laboratorios desconocían que el tenista mallorquín era uno de sus clientes hasta que lo vieron en EuroSport, según afirman.

Ahora la compañía ha dado un paso más y, dentro de la estrategia que ha puesto en marcha para focalizar sus esfuerzos en la biotecnología, ha lanzado al mercado el primer probiótico con agua de mar, como explica el CEO de la firma, Francisco Coll. En este caso, la empresa ha utilizado dos cepas -el lactobacilus rhamnosus y la levadura luyveromyces marxianus- cuya principal propiedad es contribuir a la salud del aparato digestivo, pero, como apunta el ejecutivo, las distintas combinaciones de bacterias presentes en la macrobiota de individuos sanos pueden tener efectos beneficiosos sobre otras partes del cuerpo, como la dermis. En el caso de Quinton, por ejemplo, otro de los probióticos que investiga se dirige a mejorar el sistema inmunológico.

Se trata de un desarrollo que han realizado de la mano de la firma Bioithas, una startup médica surgida en el Parque Científico de la Universidad de Alicante y que está especializada en la investigación de estos microorganismos.

Además, la compañía investiga la combinación del agua de mar con distintas vitaminas o, por ejemplo, el desarrollo de nuevos formatos para hacer más «bioasimilables» las propiedades de sus productos.

El lanzamiento de la nueva gama de probióticos llega después de que en la pandemia la firma lograra mantener sus ventas e incluso incrementarlas ligeramente, un 2%, hasta superar los cinco millones de euros. Un logro que Coll atribuye al aumento de la preocupación por la salud que acarreó la expansión del covid.

Como a muchas otras firmas, la situación les sirvió para acelerar el proceso de transformación digital, con la potenciación de las ventas directas a través de la web y la recuperación del control de su distribución a través de Amazon, al pasar de vendor -cuando es la plataforma la que compra los productos y los revende- a seller -cuando es la propia marca la que comercializa-. Una estrategia que también les ha llevado a crear una marca específica, Quinton Medical, en la que se incluye el nuevo probiótico.

Actualmente, la compañía ya realiza entre un 8% y un 10% de las ventas por este canal, aunque su objetivo es llegar al 20% en España, el primer mercado donde opera a través de ecommerce. En este sentido, el siguiente destino en el que apostarán por este canal será nada menos que China, donde creen que esta vía puede ser la que les abra definitivamente las puertas de este país, en el que han tenido ciertos altibajos a lo largo de los años.

En total, la exportación supone el 73% de la facturación de la compañía que, pese a todo, sigue teniendo en Francia su mayor cliente, con un 35% de sus ventas. Los productos de la firma también han encontrado buena acogida en destinos como Rumanía o Estados Unidos, y en estos momentos se encuentra en pleno proceso de expansión por Latinoamérica. Un proceso nada sencillo en el caso de este tipo de firmas, por los registros que deben conseguir en cada país en el que entran. De momento, ya lo han logrado en Ecuador y Perú, y están en trámite en Argentina, Brasil y Colombia.

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