El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista se ha situado para este martes en 106,27 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone un incremento del 3,1 % respecto al fijado para el lunes y que este indicador haya marcado su segundo mayor precio de la serie histórica.

Respecto al primer martes de agosto del año pasado, cuando fue de 35,4 euros/MWh, el precio medio diario del mercado mayorista (pool) se triplica, según datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE) comparados por EFE.

Así, el precio mayorista de la luz, que en España se usa para calcular la tarifa regulada, se sitúa muy cerca del máximo histórico de 106,57 euros/MWh que marcó el pasado 21 de julio y supera ampliamente al que era el segundo mayor precio histórico, los 103,76 euros/MWh que costaba el 11 de enero de 2002.

Por franjas horarias, el precio fijado para este martes oscilará entre un máximo de 113,51 euros/MWh y un mínimo de 100,85 euros/MWh, según los datos de mercado, que se está viendo impulsado al alza por el encarecimiento del gas que usan los ciclos combinados y los altos precios de los derechos de emisión de CO2, principalmente.

El precio del pool, en el que los productores de electricidad casan sus ofertas para el día siguiente y se fijan los precios para cada hora de ese día, tiene un peso en torno al 24% en la factura de la luz de los consumidores acogidos a la tarifa regulada o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), algo más de diez millones.

Los alrededor de 17 millones que están en el mercado libre, que pagan por el kilovatio hora los precios que ponen las compañías con las que contratan el suministro, no se ven afectados por las oscilaciones al alza, pero tampoco se benefician cuando se producen a la baja, como ocurrió el año pasado.

Con el objetivo de amortiguar esta subida, el Gobierno aprobó en junio rebajar el IVA que grava el recibo de la luz del 21 al 10% hasta finales de año para los pequeños consumidores y suspender durante el tercer trimestre el impuesto que grava la generación eléctrica y que pagan los productores.

Además, ha puesto en marcha cambios estructurales en diversos grados de implementación (como cargar parte de las primas renovables a petroleras y gasistas o reducir beneficios de hidráulicas o nucleares).

En paralelo, el Ejecutivo ha planteado a Bruselas la necesidad de reformar el diseño de los mercados energéticos para asegurar el éxito de la transición energética.

La fijación de precios en el pool se basa en un sistema marginalista que implica que todas las tecnologías se retribuyen al precio de la última en entrar en mercado y que, habitualmente, es la más cara.