El sector de las viviendas turísticas se ha reactivado este verano, después de hundirse de forma estrepitosa el ejercicio anterior como consecuencia de la crisis del coronavirus. Alrededor del 75% de los 52.000 apartamentos de la provincia vuelven a estar ocupados este mes de agosto aunque, eso sí, con precios todavía un 10% inferiores a los niveles prepandemia, cuando la ocupación se situaba en el 90%. El tirón del turismo, por otro lado, está contribuyendo a estabilizar el coste de la vivienda de alquiler tras seis meses de descensos.
Como todos los sectores relacionados con el turismo, el de los apartamentos también vivió su particular travesía en el desierto en 2020. Con una ocupación que no logró superar el 40% en plena campaña estival, los ingresos se desplomaron en 18,6 millones de euros, lo que supuso prácticamente la mitad que en 2019.
La situación, un año después, ha cambiado de manera radical, puesto que la demanda se ha reactivado, incluso por encima de lo que se esperaba. Según el presidente de la Asociación de Empresas de Apartamentos Turísticos (Aptur), Miguel Sotillos, «tras haber tenido en julio una ocupación del 60%, en este mes de agosto, al menos en lo que respecta a la primera quincena, nos hemos situado alrededor del 75%, lo que es un porcentaje más que considerable si lo comparamos con la debacle del verano pasado».
Las viviendas que más demanda están teniendo son las de alto nivel y aquellas que disponen de piscina, así como también los apartamentos situados en primera o segunda línea de la playa.
En lo que respecta a los precios, Sotillos señala que, «en líneas generales, se está pidiendo lo mismo que en 2019, aunque con descuentos del 10%, para intentar reactivar la demanda». La media se sitúa alrededor de los 600 euros por semana para cuatro personas, aunque todo depende de la tipología de la casa y de su situación.
El principal problema con el que se está encontrando el sector es la poca antelación de las reservas. «La gente se espera hasta última hora, porque hay mucha incertidumbre con la evolución del coronavirus y las restricciones que se puedan implementar. Son muy pocas las que se realizan 15 días antes de la llegada», lamenta el presidente de Aptur.
La mayor parte de los clientes son nacionales, mientras que los extranjeros. básicamente franceses o belgas, todavía representan porcentajes residuales.
Miguel Sotillos, con todo, no quiere que el importante nivel de ocupación actual lleve al engaño. Según sus palabras. «La diferencia entre el 75% actual y el 90% de antes de la pandemia es la reserva que teníamos para pasar el resto del año, en que la actividad baja mucho. Además, hemos soportado toda la crisis sin ayudas directas, y ahora tocará devolver los préstamos ICO a los que tuvimos que recurrir», enfatiza.
El tirón de la actividad turística, por otro lado, ha sido uno de los factores que ha contribuido a que los precios de la vivienda de alquiler en la provincia se hayan estabilizado después de seis meses de caídas como consecuencia de la pandemia. También el incremento de la demanda de este tipo de pisos, un 50% de clientes frente al 40% que opta por la compra, está deteniendo el descenso.
Según los datos facilitados por Fotocasa, en el mes de julio la bajada fue de sólo el 0,1% en relación al mes anterior y de un 2,2% respecto a julio de 2020, lo que deja el precio medio del metro cuadrado al mes en el conjunto de Alicante en 7,56 euros.
De los municipios estudiados por Fotocasa, Benidorm registra el precio más caro con 9,74 euros el metro cuadrado al mes, seguido de Alicante con 8,12 euros, Torrevieja con 7,43 euros, San Vicente del Raspeig con 6,93 euros, Elche con 6,15 euros y Alcoy con 5,20 euros.
