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La escasez de contenedores pone en riesgo exportaciones por un valor de 650 millones en la provincia

El precio de los fletes alcanza los 12.000 euros y los principales sectores económicos sufren desabastecimiento de componentes y materias primas que ralentizan los procesos de fabricación

Almacén semivacío de una empresa juguetera de Ibi debido a los retrasos en los componentes y los problemas de fabricación.

La industria se está enfrentando un auténtico tsunami, nunca mejor dicho, que amenaza con llevarse por delante sus previsiones en materia de ventas al exterior. Y es que el encarecimiento del transporte marítimo, unido a los retrasos en las entregas de mercancías, están poniendo en riesgo los 650 millones de euros que en el último semestre tendrían que exportar las empresas de la provincia por esta vía. La escasez de contenedores a nivel internacional, por la concentración que se está produciendo en los puertos chinos, ha propiciado que los precios se disparen hasta los 12.000 euros por flete, y que las fábricas sufran desabastecimientos de componentes y materias primas que ralentizan sus procesos de producción.

Todo son malas noticias para la industria en los últimos tiempos. Después de mostrar una elogiable capacidad de resistencia en los momentos más duros de la pandemia de covid, justo cuando emprendía la senda de recuperación se está encontrando con todo un conglomerado de factores externos que ya están actuando a modo de lastre.

Tal y como se ha venido informando, tanto las materias primas como los costes energéticos se han puesto por las nubes, lo que ya había estrechado al máximo los márgenes de beneficios. Pues bien, a estos dos factores hay que añadir el desorbitado encarecimiento del transporte marítimo, lo que está impactando con especial crudeza en las empresas, toda vez que se trata de un medio vital tanto para canalizar las exportaciones como también para importar componentes y materias imprescindibles para la fabricación.

El precio de los fletes de contenedores, en concreto, se ha cuadruplicado desde el inicio del año, después de que ya el ejercicio anterior mantuviese una tendencia alcista, aunque no tan exagerada. De cualquier forma, un contenedor que antes de la pandemia costaba 2.000 euros para cubrir el trayecto entre España y el Extremo Oriente, en estos momentos se sitúa en los 12.000 euros, lo que lógicamente ha descuadrado las cuentas de las empresas.

Exportaciones de la provincia en el aire en el segundo semestre INFORMACIÓN

Según los analistas, el problema se originó en el momento en que China, de los primeros países en empezar a recuperarse de la crisis sanitaria y el principal productor de componentes y materias primas, comenzó a acumular contenedores en sus puertos para atender la demanda, mientras otros puntos del planeta se vaciaban. Este circunstancia ha provocado un desajuste logístico a nivel internacional que perdura e incrementa los precios. A este hecho hay que añadirle el cambio de tendencias en el propio transporte marítimo, con barcos de gran formato que no pueden entrar en todos los puertos, y la situación de oligopolio en el sector, con cuatro grandes navieras que controlan la mitad de los movimientos de mercancías.

El atasco que se está produciendo, así como las normas más estrictas de embarque por el covid, que propiciaron la semana pasada el cierre del puerto chino de Ningbo, están provocando también retrasos en los envíos, de manera que cada vez son más las empresas que están sufriendo desabastecimientos, lo que está ralentizando sus procesos de fabricación e impidiéndoles cumplir con los plazos de entrega pactados con los clientes.

El secretario general de la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), Luis Rodríguez, señala que «estamos asistiendo una escalada de precios de productos esenciales para nuestra industria, con encarecimientos que en algunos casos superan el 100%, a lo que hay que añadir el impacto sin precedentes de los costes energéticos. A ello hay que sumar la subida desbocada de los fletes y los desabastecimientos, que están rompiendo los stocks en las empresas». El resultado, añade, es que «muchas compañías están viendo reducidos sus márgenes al máximo, y algunas incluso están entrando en pérdidas».

El calzado, principal sector exportador de la provincia, también ve con mucha preocupación estas subidas de precios, justo cuando se empieza a ver la luz al final del túnel de la pandemia. La presidenta de la patronal nacional y de la Comunidad, Marián Cano, recuerda que al igual que en todas las industrias relacionadas con la moda, el consumo en el calzado ha caído mucho durante la pandemia. «Estos incrementos de costes no hacen otra cosa que complicar la recuperación, además de provocar problemas logísticos en las empresas», lamenta.

El del juguete es uno de los sectores que ve con mayor preocupación la crisis que afecta al transporte marítimo. El presidente de la patronal nacional, José Antonio Pastor, señala que, «aparte de las tarifas, que han subido un 500% desde el inicio de la pandemia, nos encontramos con unos retrasos que pueden ser letales para nuestra industria, que se juega los resultados de todo el año en apenas cuatro semanas», en referencia a la campaña navideña.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval), Pepe Serna, lamenta también el incremento constante de los costes, lo que según sus palabras, «impacta con mayor dureza en las empresas de pequeño tamaño, que son la mayoría de nuestro tejido productivo. El futuro está en la cooperación, para ganar tamaño y poder negociar mejores precios».

El presidente de la asociación Mármol de Alicante, David Beltrá, destaca que el problema en su sector como consecuencia de los retrasos de materias primas como la resina «es muy grave, porque tenemos pedidos y no los podemos servir. Estamos en manos de cuatro compañías navieras que cuando se empezó a recuperar la normalidad se fueron a China y nos han dejado sin transporte internacional».

El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, también coincide en que «el incremento de los costes para las empresas se está convirtiendo en un lastre para la recuperación, y se debería hacer algo al respecto por parte de las autoridades competentes».

Las exportaciones de la provincia se encontraban en la senda de la recuperación, con cifras que en abril y mayo, los últimos de los que se tienen datos, ya estaban en los niveles prepandemia. La incertidumbre se centra ahora, con este cóctel explosivo de incrementos de costes, en lo que pueda suceder durante el segundo semestre. Tomando como referencia las cifras de 2019, último año de plena normalidad, están en riesgo los 656 millones que se venden al exterior vía marítima. También los 956 que se importan.

La patronal reclama la intervención de la UE

Los empresarios exigen que siga el camino iniciado por la comisión de la competencia de EE UU

Los empresarios reclaman a las autoridades de la Unión Europea (UE) su intervención en la escalada imparable de los precios del transporte marítimo, siguiendo los pasos ya iniciados en este sentido por la comisión de la competencia de EE UU. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha dictado una orden ejecutiva que tiene como objetivo frenar un posible comportamiento anticompetitivo o monopolístico de 72 industrias de carga, incluidos los sectores marítimo y ferroviario, tras las quejas formuladas en este sentido por el sector exportador del país norteamericano ante la incesante subida de los fletes.

La iniciativa presidencial cuenta con el respaldo, además, de la Comisión Federal Marítima, así como del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Pues bien, esta acción está encontrando eco en el viejo continente, y más en concreto en el sector empresarial, que está solicitando la intervención de la UE. Según el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, «España debe moverse y trasladar a las autoridades comunitarias, vía denuncia nuestra, el grave perjuicio que el encarecimiento de los costes está provocando a los sectores exportadores. Hay que ver si se están vulnerando las normas de la competencia y empezar a poner orden en este sinsentido». Por su parte, José Antonio Pastor, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (Aefj), explica que el tema ya ha sido tratado en el seno del Consejo Internacional del Juguete, y que la UE «debe intervenir a través de la comisión de la competencia, al igual que ya lo está haciendo EE UU. Nos encontramos ante un enorme problema que se debe atajar cuanto antes para evitar consecuencias más graves».

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