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La precariedad laboral impide a los jóvenes menores de 30 años tener acceso a una vivienda

Un estudio del Consejo de la Juventud revela que en la provincia tendrían que destinar un 50% de su salario a una hipoteca, porcentaje que se eleva hasta el 70% en caso de optar por el alquiler

Una joven consultando las ofertas de una inmobiliaria en la ciudad de Alicante MANUEL R. SALA

La precariedad laboral está causando estragos entres los jóvenes, llevándose por delante todos sus planes de emancipación. Así lo constata un estudio realizado por el Consejo de la Juventud de España, que revela que los menores de 30 años lo tienen prácticamente imposible para acceder a una vivienda en solitario. En el caso de la provincia de Alicante, tendrían que destinar un 50% de su salario para realizar una compra, porcentaje este que se elevaría hasta un 70% en caso de que optaran por el alquiler. Todo un muro imposible de derribar.

Los últimos datos publicados por el Consejo de la Juventud señalan que al cierre de 2020 la tasa de emancipación juvenil se situó en el 15,8%, lo que supone tres puntos menos que la registrada en 2019 y la cifra más baja en los últimos 21 años. A la hora de buscar explicaciones, hay que hacer referencia a la precariedad laboral y a la imposibilidad de hacer frente con los salarios que perciben a la compra o el alquiler de una vivienda.

Y eso los que perciben salarios, porque a finales del ejercicio pasado apenas el 36,4% de los jóvenes estaba trabajando, en una coyuntura de fuerte incidencia de la temporalidad contractual que lastraba la estabilidad económica necesaria para hacer frente a los pagos derivados de una vivienda.

El informe hace un análisis por comunidades autónomas, y se llega a la conclusión de que en ninguna de ellas los menores de 30 años disponen de los ingresos necesarios para acceder a una vivienda en solitario, dado que tanto para la compra como para el alquiler tendrían que destinar unos porcentajes que llegan a triplicar el máximo recomendable, y que por tanto son inviables para poder hacer frente al resto de gastos del día a día.

En el caso de la Comunidad Valenciana, con datos que son extensibles a la provincia de Alicante, los jóvenes asalariados de entre 16 y 29 años tendrían que invertir el 50% de su sueldo para comprar una vivienda, porcentaje que todavía se eleva más, hasta el 70%, si optaran por el alquiler.

La situación, ya de por sí mala, es bastante peor en otras comunidades como las Baleares, donde tendrían que destinar un 90% de sus ingresos para adquirir un inmueble, mientras que en Madrid, País Vasco, Canarias y Cataluña se sitúan por encima del 65%. En el caso de alquiler, el sobreesfuerzo tendría que ser incluso mayor, de hasta casi el 100% en Cataluña, Madrid y los dos archipiélagos.

Gaspar Peral, notario de Elche y miembro de la junta directiva del Colegio Notarial de Valencia, confirma las conclusiones del estudio. Según sus palabras, «es un problema generalizado en toda España y ya viene de hace unos años. Los bajos salarios y el nivel de desempleo suponen un lastre para los más jóvenes, y es cierto que apenas se firman hipotecas en la franja inferior a los 30 años».

Condiciones

A los inconvenientes propios de la precariedad laboral, se le unen las condiciones para acceder a una hipoteca. «La banca -señala- solo financia el 80% del precio de adquisición o tasación, de manera que el comprador tiene que hacer frente al 20% restante con sus ahorros, lo que supone como media 30.000 o 40.000 euros. A nivel fiscal tampoco hay grandes estímulos. En nuestra zona los menores de 35 años tienen para las viviendas de segunda mano un impuesto reducido del 8% en lugar del 10%, que tampoco es ninguna panacea. Así que, efectivamente, los jóvenes lo tienen bastante complicado para poder hacer frente a la adquisición de un inmueble».

Compartir piso se convierte en la única fórmula para la emancipación

Las dificultades para acceder a una vivienda en solitario por el alto porcentaje salarial que se debe destinar a la misma, ha propiciado que la opción de compartir piso se haya convertido en una de las pocas fórmulas viables que tienen los jóvenes para lograr su emancipación.

El estudio realizado por el Consejo de la Juventud de España señala que, efectivamente, el método menos costoso para efectuar la salida del hogar familiar es la de compartir el alquiler de la vivienda con otras personas. En este caso, el coste de acceso de alquiler de un piso compartido para una persona joven y asalariada supondría destinar alrededor de un 27% de sus ingresos».

LAS CIFRAS

15,8% Tasa de emancipación juvenil a finales de 2020

La tasa de emancipación juvenil se situó a finales de 2020 en el 15,8%, tres puntos menos que en 2019 y la cifra más baja en 21 años. Solo el 36,4% de los jóvenes trabajaba, en una coyuntura de alta temporalidad.

80% Porcentaje del precio que financia la banca

Las banca solo financia el 80% del precio de adquisición de una vivienda, lo que obliga a hacer frente al 20% con los ahorros.

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