Inyección de capital para Eliance, el operador de helicópteros que preside el empresario alicantino Luis Miñano -que también fuera el fundador de la antigua Inaer, hoy perteneciente a la británica Babcock- y que también está participado por los hermanos Juan y Pedro Alcaraz, los expropietarios de Goldcar y hoy dueños de la promotora Alibuilding. El fondo británico Riverrock ha entrado en el accionariado de la compañía, tras la reestructuración de la deuda acometida el año pasado, con la intención de financiar sus planes de expansión.
La operación viene recogida en las cuentas consolidadas de 2020 que el conglomerado ha depositado en el Registro Mercantil, en las que se informa del acuerdo "con un inversor internacional" que pasará a controlar el 43% de la compañía, tras inyectar 41 millones de euros, a través de una ampliación de capital de 30 millones y un préstamos participativo con vencimiento en 2026 de otros 11 millones de euros.
Aunque en los balances no consta el nombre del inversor, fuentes oficiales de la firma han confirmado este martes que se trata del fondo Riverrock, con sede en Londres, y que la operación se cerró poco antes de este verano. El objetivo es utilizar el dinero para seguir financiando la expansión del grupo, tanto en el mercado nacional, como en el internacional, ya sea mediante crecimiento orgánico o bien con la adquisición de otras compañías.
En este sentido, cabe recordar que Eliance Holding Company se constituyó hace solo seis años, en 2015, tras la integración de varios operadores independiente para constituir un nuevo grupo capaz de hacer frente a los grandes del sector, como la británica Babcock, que en España compró la antigua Inaer, el operador de helicópteros que fundó, precisamene, Luis Miñano.
El alicantino es uno de los hombres claves en la creación de este nuevo grupo y, hasta la entrada de Riverrock, controlaba el 49% de las acciones del mismo. El resto correspondía a Fedelca, una filial del fondo GED, que tiene a los Alcaraz como unos de sus principales accionistas.
Desde su creación la compañía ha ido aumentando su cifra de negocio. El año pasado finalizó con 51,7 millones de euros frente a los 49,3 millones del ejercicio anterior y, lo que es más importante, logró unos beneficios consolidados de 9,5 millones frente a las pérdidas de 12,3 millones de 2019.
Además de los nuevos contratos que consiguió con las administraciones públicas -el principal negocio es la adjudicación de servicios de emergencia para el transporte sanitario, la extinción de fuego o la vigilancia aduanera, entre otros-, esta mejora de los resultados también fue fruto de la reestructuración de su deuda. La compañía optó por emitir 100 millones de euros en bonos para cancelar su deuda financiera.
