El consejo de administración de Renfe ha aprobado este lunes solicitar al Ministerio de Hacienda la creación de una sucursal de la operadora ferroviaria en París, para el desarrollo de oportunidades de negocio en Francia. El responsable de la sucursal francesa de Renfe será Manuel Leza, antiguo director general EuskoTren, la operadora del País Vasco. Leza reportará a la dirección general de Estrategia de Renfe, cuyo máximo directivo es Manel Villante. La creación de la sucursal es el primer paso para crear una filial en Francia

Con la liberalización del transporte ferroviario de viajeros en Europa, la operadora española está llevando a cabo desde hace meses acciones en Francia encaminadas tanto a la puesta en marcha de servicios comerciales en alta velocidad (París-Lyon-Marsella), como a la prestación de servicios públicos (en las regiones de Grand-Est y de Haûts de France). La creación de una sucursal de Renfe en París, que debe ser autorizada por el Ministerio de Hacienda, tiene por objeto también la prestación de servicios turísticos o actividades complementarias vinculadas al transporte, llevando a cabo funciones de representación de la empresa matriz española.

El Plan Estratégico de Renfe 2019-2023-2028 contempla como uno de los pilares de la estrategia de la compañía impulsar el proceso de internacionalización. La compañía continúa analizando oportunidades de crecimiento internacional, tanto en Europa como en Estados Unidos y Latinoamérica con el objetivo de que un 10% de los ingresos totales de la compañía procedan de operaciones exteriores, tanto en alta velocidad como en servicio público, en un plazo de 10 años.

La compañía ya abrió en Francia una oficina de representación en 2020, con el objetivo de facilitar el desembarco de Renfe en Francia. Pero los problemas han sido hasta el momento mayúsculos y tanto la Administración francesa como SNCF han puesto trabas al operador español. Renfe ha reclamado repetidamente que el trato de España con el operador francés se reproduzca en Francia. La filial Ouigo ya opera en la línea Madrid-Barcelona con su política agresiva de precios bajos.

El gran problema de Renfe en Francia ha sido la falta de transparencia a la hora de acceder a información necesaria para cumplir los requisitos que la propia normativa impone. Un ejemplo de ello fue el acceso a las especificaciones técnicas que deben cumplir los equipos de señalización, por ejemplo. Existe una dependencia de empresas del grupo SNCF para poder realizar ensayos (Eurailtest) y para obtener respaldo técnico (Masteris), todo lo cual resulta básico para obtener las debidas homologaciones y certificaciones. El entramado legal francés ha supuesto continuos obstáculos y dilatación en el tiempo de los procedimientos (por ejemplo, para obtener los certificados de seguridad), todo lo cual encarece el proceso de entrada.

Problemas de homologación

Otro de los aspectos polémicos ha sido la homologación del material rodante para competir en la Alta Velocidad. Uno de los casos más flagrantes fue que la serie 100, fabricada por el fabricante francés Alstom y que presta los servicios de Alta Velocidad en España, no pudo ser homologada para llegar hasta París por un problema de ondas electromagnéticas a su llegada a la capital (sí operaba en otras partes del territorio francés). En el caso de la homologación del Talgo S/106, hubo problemas para autorizar los equipos de señalización embarcados. Para poder circular los trenes deben estar equipados con los sistemas de señalización franceses además del sistema vigente en España ETCS. En Francia solo existen unos equipos que aporten esa doble solución. Se trata de un equipo Bi-Standard ERTMS+TVM desarrollado por Ansaldo-Hitachi, que es el único existente en el mercado, y que permite las transiciones entre ETCS y TVM, así como la circulación por líneas equipadas con ambos sistemas, como es el caso de París-Lyon. La normativa nacional francesa, aprobada por la EUAR, no prohíbe otras soluciones alternativas, si bien las especificaciones publicadas no son completas por lo que el desarrollo y homologación de soluciones distintas al Bi-Standard es difícil.

En la actualidad, Renfe forma parte del consorcio de empresas que ha construido y explota la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina en Arabia Saudí, denominado Haramain Highspeed Railway. Asimismo, Renfe también participa en el contrato para explotar la línea de alta velocidad entre Dallas y Houston, en lo que hasta ahora ha sido la mayor adjudicación jamás lograda por una empresa pública española en el exterior; y en el desarrollo del Tren Maya en México. Además, Renfe podrá tener actividad en el futuro en países europeos como República Checa, Eslovaquia y Polonia, y disponer de los recursos y licencias para acceder al mercado alemán, mediante la adquisición del 50% del capital de la compañía ferroviaria checa Leo Express, que opera servicios estos países centroeuropeos.