Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los costes energéticos y de las materias primas empujan a la baja la producción industrial

La tendencia positiva que se venía registrando en los primeros meses del año ha comenzado a invertirse a partir de abril u Los principales sectores de la provincia temen que esté diluyéndose el efecto rebote provocado por la demanda embalsada

Un operario trabajando en una empresa textil situada en el municipio de Cocentaina. | JUANI RUZ

Se las prometía felices la industria de la provincia con la paulatina mejora de la actividad que estaba registrando tras los peores momentos de la pandemia, lo que le había permitido situarse a la cabeza en la senda de la recuperación e incluso alcanzar niveles muy similares a los de 2019. Sin embargo, ese panorama luminoso por el que estaba transitando ha empezado a dibujar algunos nubarrones como consecuencia del incremento de los costes energéticos y de las materias primas, así como por los problemas de abastecimiento. Y es que la tendencia positiva que el índice de producción industrial venía mostrando en los primeros meses del año ha comenzado a invertirse a partir de abril, con una caída desde entonces del 1,02%. No es un retroceso de gran envergadura, aunque sí que ha puesto en alerta a los principales sectores, que temen que esté diluyéndose el efecto rebote generado por la demanda embalsada.

La Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) ya advertía en su último informe de coyuntura de posibles lastres en la recuperación económica. Pues bien, la industria es un buen ejemplo de ese temor. Según se hace constar en el mismo estudio, en lo que va de año el índice general de producción acumula un crecimiento del 15,7% con relación al ejercicio pasado, lo que le ha permitido recuperar los niveles de actividad previos a la pandemia. Lo que enturbia esta progresión es el comportamiento mostrado a partir de abril, momento en el que se trunca la tendencia al alza para iniciar un ligero pero persistente descenso que, de momento, se sitúa en el 1,02%. Además, la industria alicantina se ha resentido más que la media nacional, ya que el descenso del índice en el conjunto de España ha sido del 0,71% en este periodo.

A la hora de buscar explicaciones, los fuertes incrementos de los precios de la luz y las materias primas, así como del transporte marítimo, son factores que se encuentran en el punto de mira. También los desabastecimientos de algunos componentes como consecuencia de problemas de fabricación o la crisis de los contenedores. Desde la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), su portavoz, Luis Rodríguez, pone el punto de atención en el hecho de que «el acusado efecto rebote que hemos registrado obedece en gran parte a la demanda que se encontraba embalsada, con lo que a partir de ahora, con todos estos inconvenientes añadidos, podemos empezar a caminar cuesta abajo. La escalada inflacionista es una muy mala noticia, y los próximos meses los vemos con preocupación».

Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, José Antonio Pastor, no duda a la hora de señalar que «el encarecimiento de los costes y las dificultades en algunos aprovisionamientos influyen evidentemente en la producción, dado que algunas empresas no pueden mantener su ritmo de actividad. Para nuestro sector, esto supone en estos momentos más una amenaza que una realidad, ya que nos jugamos el 70% de nuestra facturación en la recta final del año. Estamos, por ello, preocupados, aunque vamos a poner todo de nuestra parte por mantener los buenos números que, sobre todo en exportación, hemos venido registrando en los últimos meses».

La industria del calzado, una de las ramas manufactureras que más ha sufrido los efectos de la pandemia, ha comenzado a ver la luz al final del túnel, «aunque con matices», según la información facilitada desde la patronal Avecal. Según ha repetido en sucesivas ocasiones la presidenta, Marián Cano, el sector todavía está lejos de las cifras de 2019, y el aumento de los costes energéticos está afectando a los márgenes empresariales.

Por último, el presidente de la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (Ateval), Pepe Serna, resalta que «las empresas, de momento, no se quejan, y eso es una buena señal. Sin embargo, no cabe duda de que hay preocupación a medio plazo por el incremento de los costes».

La CEV pide que no se aumente la presión fiscal

La Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) ha reclamado una serie de medidas para que se consolide la recuperación de la economía y se esquiven, dentro de lo posible, los lastres que ya han empezado a vislumbrarse. Así, desde la patronal se reclama a las administraciones que agilicen, faciliten los trámites y hagan efectivas las ayudas a empresas y autónomos, en especial las relacionadas con el Plan Resistir Plus. También advierten de que la política fiscal debe acompañar la recuperación del tejido productivo e incentivar su competitividad, de ahí que afirmen que no es momento de subir impuestos. Asimismo, destacan que los fondos que van a llegar desde Europa deben suponer una oportunidad única para la economía y sus empresas.

En su informe de coyuntura, la CEV subraya que, a pesar de los visos de recuperación, una gran parte de los avances trimestrales que se han venido registrando en el Producto Interior Bruto (PIB) obedecen a efectos estadísticos de rebote, y advierten que las estructuras productivas y los balances empresariales todavía no se han recuperado.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats