De las playas mediterráneas de la Marina Alta a las de la costa dálmata en Croacia. La cadena de tiendas de regalos Ale-Hop acaba de inaugurar en la localidad turística de Zadar el que supone su primer establecimiento fuera de España y Portugal, con el que pone en marcha su nuevo plan de internacionalización. Una de las iniciativas que la compañía gestó el año pasado, cuando la pandemia obligó a mantener cerrados sus locales, y que discurre en paralelo al importante plan de expansión que también está acometiendo este año en sus mercados actuales, aprovechando la oportunidad que representa la abundancia de locales disponibles en muchas ciudades.
Así, en total la firma prevé abrir a lo largo del presente año cerca de 30 tiendas, lo que elevará su red por encima de las 240. Una apuesta por el crecimiento con la que también confían en recuperar en breve la facturación que la compañía registraba antes de la pandemia, tras la caída cercana al 50% que experimentó el año pasado con todos los cierres, restricciones horarias y, sobre todo, la ausencia de turistas.
Como explica el consejero de la compañía, Darío Grimalt, durante el confinamiento decidieron aprovechar el tiempo para buscar nuevas ideas y revisar los proyectos que hasta ese momento habían quedado aparcados «por falta de tiempo». Uno de ellos era la internacionalización más allá de Portugal, donde la firma de la vaca está asentada desde hace años y lo tiene asumido como un mercado natural.
El equipo de la firma lo abordó desde dos perspectivas. Por un lado investigó los distintos países donde su modelo podía tener encaje y, por otro, analizó las más de mil solicitudes de franquicia que le habían llegado sólo el año anterior, a pesar de que la cadena no había licenciado nuevos establecimientos con este sistema desde 2013.
Al final se decantaron por empezar por Croacia, «porque es un país con un gran potencial turístico, es un país europeo, tiene una buena tendencia de crecimiento, pero, sobre todo, porque pensamos que hemos encontrado a la persona adecuada», explica Grimalt sobre su nuevo franquiciado.
Con esta primera apertura la intención es testar el funcionamiento de las diversas gamas de productos de la cadena para, posteriormente, expandirse por el resto de Croacia, aunque sin prisa, según explica el ejecutivo, que señala que ya preparan también la entrada en otros países, aunque rechaza desvelar cuáles.
En el caso de España y Portugal, Ale-Hop también ha acelerado a lo largo de 2021 sus planes de expansión, con la previsión de cerrar el ejercicio con una treintena de nuevas tiendas. Unas aperturas que la cadena está orientando más al cliente nacional y el público local, con la intención de compensar la menor presencia de los visitantes internacionales que concentran buena parte de su facturación. Esto le ha llevado, por ejemplo, a abrir en poblaciones como Lleida, Sabadell o Don Benito, en Badajoz, alejadas de los circuitos turísticos.
La compañía, que este año ha trasladado su domicilio desde Ondara a Bellreguard, puede acometer esta expansión a pesar de la caída del negocio del año pasado, porque la pandemia les sorprendió con una cifra considerable de recursos propios, lo que le permite poner en marcha sus planes sin cambiar su política de «deuda cero», es decir, de no solicitar préstamos a los bancos.
Proveedores más cercanos
Por otra parte, Darío Grimalt reconoce que la firma se está viendo afectada por el encarecimiento del transporte marítimo, lo que unido a otras subidas, como la del recibo de la luz, está llevando a la compañía a realizar ajustes de costes. Así, entre otros aspectos los responsables de Ale-Hop han optado por acelerar el proyecto de incorporar proveedores nacionales y europeos y reducir la dependencia de los fabricantes asiáticos. Una iniciativa con la que también quieren potenciar la incorporación de productos más sostenibles al surtido de sus tiendas.
