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La escasez de chips también frena las ventas de coches usados en Alicante

Las operaciones de automóviles de ocasión encadenan ya tres meses a la baja en la provincia por la falta de stock, según Ganvam y Faconauto

Una feria de vehículos de ocasión, en imagen de archivo.

La crisis que sufren los fabricantes de vehículos por la falta de chips ha acabado por contagiar también al mercado de ocasión. Aunque en un principio los retrasos en la entrega de coches nuevos benefició al segmento de los turismos de segunda mano, que vieron crecer sus ventas durante los primeros meses del año y en la pasada primavera, el paulatino agotamiento del stock ha acabado por frenar las operaciones de este tipo de vehículos. Entre otras cosas porque, como recuerdan las principales asociaciones de concesionarios y talleres, Faconauto y Ganvam, buena parte de los coches de segunda mano proceden de los que retiran empresas y ciudadanos cuando compran uno recién matriculado. Un flujo que ahora se ha reducido. 

De esta forma, el mercado de segunda mano encadena ya tres meses a la baja y la situación no tiene visos de mejorar. En el caso de Alicante, tras cerrar el primer semestre con 40.950 compraventas y un crecimiento del 40,4% -aunque hay que tener en cuenta que esta cifra se compara con el periodo del confinamiento-, la tendencia cambió en julio, cuando se firmaron 7.046 transacciones, un 16,7%, y continuó en los meses de agosto (6.603 compraventas, un 8,9% menos) y septiembre, cuando se vendieron 7.709 coches de segunda mano en la provincia, un 7,3% menos. 

En el acumulado del año la cifra aún es positiva, con 63.194 operaciones y un crecimiento del 18,8%, debido a los datos de la primera parte del año, pero se sitúan por debajo de las que se registraron en el mismo periodo de 2019. 

Una situación que se repite también e, incluso, más agravada a nivel autonómico y nacional, donde los descensos del pasado mes de septiembre fueron del 16,8% y el 13,5%, respectivamente. 

«Los mercados de vehículos nuevos y de ocasión funcionan como una cadena de transmisión y, en este caso, el segundo se está viendo afectado también por la crisis de los microchips, ya que la caída en las matriculaciones está haciendo que no se genere tampoco el stock de vehículos de 0 a 5 años capaz de atender la demanda, lo que explica el retroceso en el número de transferencias de usados», explica el portavoz de Faconauto, Raúl Morales.

«No olvidemos que la oferta de vehículos de ocasión también hay que ‘fabricarla’ y como, debido a la crisis de los chips, no hay renovación de flotas, no se está inyectando stock al mercado de segunda mano», apunta, por su parte, la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche.

En un análisis por tramos de antigüedad, los modelos que mejor se comportaron durante el pasado mes de septiembre fueron los comprendidos entre los 5 y los 8 años. Así, en un entorno de caída generalizada, estos modelos fueron los únicos que marcaron signo positivo, con una subida del 7%. Para las patronales, este comportamiento responde a que, ante la falta de stock provocado por la crisis de los chips, fue necesario recurrir a los mercados exteriores en busca de oferta, donde estas son las edades más habituales para retirar los coches. De hecho, la importación fue el único canal que creció en septiembre, con una subida del 5% con respecto a 2020 y nada menos que un 26,4% más que el mismo mes de 2019.

Por su parte, los modelos de más de 15 años fueron los que menos cayeron, al registrar un descenso del 1,2%, y concentran más de la tercera parte del mercado; en concreto un 35,7% del total. 

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