Siete meses después del anuncio, la opa parcial de IFM sobre Naturgy llega a su fin con un resultados exitoso aunque por muy poco. El fondo australiano IFM ha logrado la aceptación del 10,83% del capital de Naturgy con su opa a un precio de 22,07 euros, según ha anunciado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tras suspender de cotización a la gasista. El fondo de pensionistas ha renunciado a la condición de aceptación mínima fijada en el 17% del capital que le daba derecho a dos consejeros, y por tanto, acepta entrar en la empresa pese a tener que hacerlo con un solo representante en la cúpula.

Pero lo cierto es que el recorrido no ha sido fácil. Desde el primer momento, el presidente de la gasista, Francisco Reynés, calificó la oferta como "no solicitada" y el principal accionista, Criteria Caixa, anunció un poco después, en el mes de julio, su intención de hacer crecer su presencia en Naturgy hasta rozar el 30% que le obligaría a lanzar una contraopa. El Gobierno también tenía que dar su beneplácito, tras la crisis por la pandemia estableció ese requisito en las operación de control de sociedades consideradas estratégicas por parte de inversores extranjeros. y lo hizo 'in extremis', cuando se le acababa el plazo de seis meses fijado. El visto bueno se produjo a principios de agosto, con una serie de condiciones.

El momento de mayor tensión llegó hace tan solo unas semanas cuando el consejo de administración de Naturgy, pese a considerar el precio (22,07 euros por título) "razonable" en el contexto actual de recorte de ingresos para las eléctricas aprobado por el Gobierno, rechazó la operación. Entonces llegó la polémica. IFM sugirió la posibilidad de suspender temporalmente el dividendo de la compañía energética, lo que provocó el rechazo tanto del órgano de gobierno de la compañía como de su principal accionista, La Caixa, a través de Criteria.

En ese momento, la oposición a la opa sumaba al menos el 70% del capital, a su principal accionista y la cúpula, se sumaron los dos fondos CVC (alidado con los March) y GIP, que habían acordado con IFM no vender sus acciones, además de la argelina Sonatrach, lo que hacía difícil que el fondo de pensionistas alcanzara su objetivo de lograr el 22,7% del capital. Y así ha sido. IFM ni siquiera ha sido capaz de alcanzar el 17% de aceptación mínima.

A partir de ahora se abre una nueva etapa que apunta también a la tensión. El fondo australiano tendrá que presentar formalmente a la empresa energética su intención de entrar en el consejo y la forma de hacerlo. En el folleto, IFM planteaba la entrada con dos representantes sin ampliar el consejo. Pero ahora debe reformular esta propuesta. Fuentes cercanas al fondo apuntan a que esta decisión se tomará en las próximas semanas.

Además, desde IFM niegan un sabor agridulce por no haber conseguido el mínimo propuesto y lograr saldar con éxito la opa 'por los pelos', sino que celebran haber cumplido el objetivo de entrar en la compañía. "Tenemos muchas ganas de trabajar estrechamente con los accionistas de Naturgy para que la compañía ponga en marcha su último plan estratégico, lo que implica ayudar a convertir a Naturgy en un actor clave en la transición energética", ha afirmado el director global de Infraestructuras de IFM, Kyle Mangini.

El nuevo accionista de Naturgy se marca como objetivo, según sus declaraciones, acompañar a la empresa con una visión "a largo plazo" que incluye un plan industrial "que apoye la creación de valor de la compañía basado en inversiones sostenibles y razonablemente rentables vinculadas a la transición energética"; "una disciplina financiera y de estructura de capital (en línea con un rating "investment grade")"; y una propuesta de dividendos "prudente, en línea con la nueva política de reducción del dividendo incluida en el Plan Estratégico 2021-2025, o incluso potencialmente un dividendo menor si fuera necesario".