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Aumar echa el cierre tras explotar durante medio siglo la autopista AP-7

Abertis, propietaria de la concesionaria, ha dado por concluida su actividad después de que se levantaran los peajes en enero de 2020

Desmantelamiento de las cabinas de pago tras la supresión de los peajes. | RAFA ARJONES

Aumar, empresa que explotó durante casi medio siglo la autopista AP-7, ha echado definitivamente el cierre. Abertis, propietaria de la concesionaria, ha decidido dar por concluida su actividad después de que el Gobierno decidiera levantar los peajes el 1 de enero de 2020. Se pone fin de esta forma a la trayectoria de una empresa que, hasta el último momento, había ostentado un negocio extremadamente rentable.

Aumar tiene sus orígenes en 1971, y a lo largo de su historia ha experimentado diversos procesos de fusiones, como el protagonizado en el año 2000 con Valora, filial de Dragados, lo que la llevó a convertirse en Aurea Concesiones de Infraestructuras. Tres años después cerró un acuerdo con Acesa, que dio paso a Abertis Infraestructuras.

Aumar, con todo, ha seguido operando con este nombre a lo largo de todo este proceso como concesionaria de la autopista AP-7, en sus tramos entre Tarragona-València y València-Alicante, así como en el comprendido entre Sevilla y Cádiz, en este caso en la autopista AP-4.

La adjudicación de la AP-7 se produjo en el mismo año 1971 y tendría que haber finalizado en 1999, aunque los distintos gobiernos la prorrogaron hasta en tres ocasiones a cambio de algunas mejoras y de la rebaja del precio por trayecto, hasta su extinción definitiva el 1 de enero de 2020.

Con todo, el negocio de la concesión ha sido extremadamente rentable hasta el final, como lo demuestra el hecho de que en 2019, el último año de verdadera actividad de Aumar, la firma registró más de 150 millones de euros de beneficios. Fue un 7,1% más que el ejercicio anterior, gracias al incremento del tráfico. Se trató del tercer mejor resultado en la historia de la filial de Abertis, solo superado por los que consiguió en 2006 y 2007, cuando ganó, respectivamente, 164 y 159 millones.

La rentabilidad de la AP-7 se mantuvo incluso en los peores momentos de la anterior crisis económica, cuando el tráfico casi se redujo a la mitad, sin que se llegaran a registrar pérdidas en ningún momento. Pese a estos resultados, la concesionaria trató hasta el último instante que el Estado le indemnizara con 187 millones de euros por la construcción de varias vías alternativas a su recorrido, como la autovía entre Alicante y València por Alcoy, sin que el Ministerio de Fomento lo aceptara.

Ahora, transcurrido año y medio desde el final de los peajes, Abertis ha procedido a la extinción de Aumar, compañía que en el último año, en 2020, ya sin actividad, sí que arrojó unos resultados negativos de 82.000 euros.

El Gobierno tiene previsto recuperar los pagos

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, afirmó este martes que el Gobierno planteará «en unos meses» su propuesta de recuperar los pagos en las carreteras de alta capacidad. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, precisó que el Gobierno está avanzando en los estudios y presentará el sistema de peajes «para asegurar el correcto mantenimiento» de este tipo de vías. El sistema se someterá al debate con el conjunto de los agentes sociales y económicos y con el sector del transporte. Además, el Gobierno buscará el consenso político.

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