Adolfo Utor se hace con el control total de la naviera Baleària, tras llegar a un acuerdo con el Grupo Matutes para comprarle su participación del 42,5%. Así lo ha comunicado este miércoles la propia compañía, que asegura que la operación se ha cerrado "tras varios meses de cordial negociación" entre los socios. Los términos económicos de la operación no han trascendido.

De esta forma se pone fin a 17 años de participación de los empresarios ibicencos en el capital de Baleària, desde que en 2004 se aprobara la fusión por absorción de la naviera que por entonces tenían los Matutes, Umafisa, y que pasó a integrarse completamente en la compañía basada en Dénia.

Los hasta ahora socios han destacado su "fluida, enriquecedora y fructífera relación, basada en la mutua confianza, y con unos resultados de los que se sienten orgullosos y satisfechos, al contribuir con su participación a la consolidación de una naviera líder en España y referente internacional en sostenibilidad y digitalización".

El grupo Matutes destinará esta desinversión a su "core business hotelero", uno de los sectores más fuertemente golpeados por la pandemia de coronavirus. Por su parte, Adolfo Utor renueva su confianza en el proyecto de Baleària con esta adquisición, según destacan desde la firma.

"Se ha respondido adecuadamente a una nueva situación accionarial, y con el paso dado se refuerza la confianza en el proyecto compartido de Baleària. Hemos tenido un buen año, hemos superado la pandemia con éxito y afrontamos el futuro con renovada energía e ilusión", ha afirmado Utor.

Baleària es la naviera líder en el transporte de pasaje y carga en las conexiones con Baleares, y también une Ceuta, Melilla y Canarias con la península. En el ámbito internacional, ofrece servicios en Marruecos, Argelia y el Caribe (entre Estados Unidos y las Bahamas).

En 2020, Baleària transportó más de 2.150.000 pasajeros y 5.743.000 metros lineales de carga en los 29 buques de su flota. La compañía, en la que trabajan más de 1.500 empleados, facturó 342 millones de euros.

Desde la firma han asegurado este miércoles que el cambio accionarial no modifica en nada los planes de crecimiento de la compañía ni su apuesta por la sostenibilidad, que le ha llevado a impulsar la utilización de gas natural como combustible alternativo para reducir las emisiones contaminantes. Una apuesta que, eso sí, en estos momentos se ve impactada por el elevado precio de este combustible, que ha llevado a la compañía a reducir temporalmente su uso a la espera de una mejor evolución, aunque mantiene su apuesta por el mismo.