El gigante tecnológico surcoreano Samsung Electronics logró un beneficio neto de 12,29 billones de wones (unos 10.483 millones de dólares) en el tercer trimestre, lo que supone un 31,3% más que en el mismo periodo de 2020 gracias al buen rendimiento de su rama de semiconductores. Su beneficio bruto de explotación (EBITDA) creció un 27,41% interanual hasta los 16,36 billones de wones (13.955 millones de dólares), al tiempo que su beneficio operativo creció un 28% hasta los 15,82 billones de wones (13.494 millones de dólares), su mejor dato en este terreno desde hace tres años.

La empresa con sede en Suwon (al sur de Seúl) logró además unos ingresos por venta récord para el periodo julio-septiembre al facturar 73,98 billones de wones (63.107 millones de dólares), un 10,48% más que hace un año. Los buenos datos de este tercer trimestre responden nuevamente al negocio de chips de la compañía, con los precios en alza y una mayor rentabilidad a la hora de fabricar productos por contrato.

En ese sentido, la rama de semiconductores facturó un 40,4% más que en el tercer trimestre de 2021 hasta los 26,41 billones de wones (22.502 millones de dólares). A su vez, la rama de telefonía móvil logró ingresar un 25,36% más que en el trimestre anterior gracias al lanzamiento en agosto de dos nuevos teléfonos plegables, el Galaxy Z Fold3 y el Galaxy Z Flip3, aunque la cifra supone a su vez un 6,78% menos en términos interanuales.

Por otra parte, la caída en los precios de las memorias que prevén los analistas para final de año (de entre un 15 y un 20%) ante una ralentización de la demanda que responde al fin de las restricciones más duras por la pandemia en la mayoría de países hace temer por el rendimiento financiero de la empresa en octubre-diciembre.