Esta época del año suele conllevar una actividad frenética en los despachos de abogados. El cierre del año, y el anuncio de las novedades fiscales para el que viene supone que las empresas deban anticiparse y tomar decisiones. También, este año está siendo muy prolífico en Sentencias relevantes en los Tribunales de Justicia, con importantes consecuencias para muchos contribuyentes. Algunas de ellas han tenido como protagonista a José Mª García Guirao, abogado socio responsable del área fiscal de Devesa y Calvo.

Este letrado alicantino nos ofrece su visión sobre la situación actual que viven las empresas y nos comenta su opinión sobre los últimos pronunciamientos de los Tribunales, y las perspectivas fiscales para los próximos meses.

–  Se acerca el fin de año y con él toda la rumorología sobre novedades fiscales ¿qué podemos esperar para 2021?

Efectivamente, estas semanas son de auténtica efervescencia. La negociación del proyecto de Ley de Presupuestos Generales siempre lleva aparejado mucho ruido mediático y el anuncio de novedades fiscales para el año que viene.

Habrá que ver cuáles cristalizan, y cuáles se quedan en el tintero, lo cuál dependerá mucho de los apoyos que consiga obtener el Gobierno.

De momento, en el Impuesto sobre Sociedades las novedades más importantes se refieren al empeoramiento de la tributación de las entidades dedicadas al arrendamiento de inmuebles, que pasarán de tener una bonificación en cuota del 85% a una del 40% y para las empresas que facturen más de 20 millones de euros, se establece un tipo mínimo del 15%.

En el IRPF, no hay muchas novedades, y se refieren principalmente al límite de la reducción en las aportaciones a planes de pensiones y sistemas de previsión social. Y falta aún saber cuáles son las novedades a nivel autonómico.

En cualquier caso, la gran reforma fiscal está todavía por llegar. Para finales de febrero de 2022 está previsto que se presente el libro blanco de la fiscalidad, para el cuál se creó por el Ministerio de Hacienda un grupo de expertos (entre los que cabe destacar a la catedrática de la Universidad de Alicante, Mª Teresa Soler Roch) que sentará las bases de lo que debería ser la fiscalidad de los años venideros.

–  Recientemente ha tenido mucho eco mediático una Sentencia del Tribunal Supremo, en la que usted llevó la dirección letrada, que tumbaba el criterio de Hacienda en determinados arrendamientos. Esta semana hemos conocido el anuncio del Tribunal Constitucional de una Sentencia que declara inconstitucional en impuesto de plusvalía ¿Qué está pasando?

La verdad es que es difícil de explicar cómo se está llegando a la situación actual, en la que los Tribunales están censurando de manera casi recurrente los criterios que sostienen las distintas administraciones tributarias.

Pero mucho ello se debe a las posiciones excesivamente estrictas y demasiadas veces contrarias a la lógica y sentido común, que sostiene Hacienda, las distintas Autonomías o los Ayuntamientos y que únicamente se deben a un mero afán recaudatorio.

Las sentencias a las que hace referencia son dos claros ejemplos de ello. La del Tribunal Constitucional, que no es la primera en este sentido, tiene su origen en la exigencia del Impuesto de Plusvalía Municipal en los casos en los que el contribuyente había tenido una pérdida, lo cual va directamente en contra del principio de capacidad económica.

Y la que hemos llevado en el despacho, se refiere al importe amortizable en el caso de arrendamiento de inmuebles adquiridos por herencia y donación, y que el Tribunal nos ha dado la razón al considerar que debe ser aquel por el que el contribuyente tributó cuando recibió dicho bien.

Ambas abren la puerta a infinidad de reclamaciones de los contribuyentes pero no podemos olvidar que detrás de cada Sentencia favorable a los contribuyentes, hay una actuación ilegal de la Administración y el sufrimiento de mucha gente que ha visto cómo le reclamaban un dinero de forma indebida.

–  ¿Es entonces cierto aquello de la gran litigiosidad entre Administración y contribuyentes?

Por desgracia, más que nunca. Una de las áreas más importantes de nuestro despacho es la de contencioso tributario, la de defensa de contribuyentes.

Según los propios datos de la Administración, más de la mitad de los recursos y reclamaciones que se presentan contra liquidaciones tributarias son estimados y en algunos impuestos, el porcentaje de estimación llega hasta el 70%.

Además, otro gran frente en el que llevamos un muy importante número de asuntos es en el de las derivaciones de responsabilidad, donde la agresividad de la Administración es tremenda y donde ya estamos obteniendo resoluciones importantes.

–  Cambiando de tema, desde su cercanía a las empresas, ¿cómo ve el panorama económico para 2022? ¿Se atisban señales de recuperación?

En la provincia de Alicante tenemos un ecosistema empresarial completamente diverso que ha sufrido la pandemia con distinta intensidad. Prácticamente en cada localidad hay un sector o motor económico diferente, y sus circunstancias tras la pandemia varían.

Tenemos industria hotelera, del calzado, del plástico, textil, tenemos vino, y además tenemos una muy pujante actividad de empresas de base tecnológica que nos van a dar sorpresas fantásticas en los próximos años.

El COVID ha sido una desgracia a todos los niveles que ojalá pronto empecemos a dejar atrás. Por ahora no hemos tenido una gran crisis que se haya llevado a muchas empresas por delante, pero ya veremos qué pasa cuando haya que empezar a devolver los préstamos ICO.

–  ¿Qué aconsejaría a un empresario tener en cuenta desde una perspectiva fiscal?

Generalmente, el empresario es una persona que siempre está pensando en el día a día de su negocio. Lo primero es vender, lo segundo cobrar, lo tercero pagar a trabajadores y proveedores y lo cuarto pensar en cómo innovar para volver a empezar.

Sin embargo, a veces es conveniente pararse un minuto para ver qué tipo de estructura societaria se tiene, si es óptima de cara a una sucesión familiar, desde el prisma del Impuesto sobre Patrimonio, si puede aprovechar todas las ventajas de ser grupo y eliminar innecesarias obligaciones formales. Todo esto puede llevar a importantes ahorros a medio y largo plazo, así como a delimitar riesgos empresariales. Yo recomendaría tener una hoja de ruta. Un plan que parta del dónde estoy hoy y llegue hasta dónde quiero estar mañana.

–  Antes hacía referencia a las Start-ups, ¿cree realmente que pueden ser un futuro motor económico provincial?

Sin duda. No solo lo creo, sino que estoy convencido de ello. En el despacho tenemos un programa específico de acompañamiento desde el principio y es fascinante. Nos han contagiado su creatividad y afán por la innovación y estamos haciendo cosas que hace unos años podrían resultar inimaginables. Desde salir a cotizar a participar en operaciones con grandes fondos, pasando por la aplicación de deducciones de I+D y desarrollo de proyectos.

En Alicante tenemos muchos actores en este nuevo hábitat, como Distrito Digital, los Parques Científicos de las universidades, Torre Juana, el Cenid o Alicantech, por citar solo algunos, que están desarrollando una labor ímproba y luego, por supuesto, las empresas y las personas que están tras ellas, que serán los auténticos actores de un futuro muy cercano.

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