La compañía alicantina FacePhi será la responsable de implantar progresivamente en los aeropuertos de Aena los sistemas de reconocimiento facial, con los que la empresa pública quiere agilizar el tránsito de los pasajeros por los controles de seguridad o el procedimiento de embarque, y facilitar también la circulación de los trabajadores de estos recintos. A pesar de que Aena ya ha realizado dos pruebas piloto con otras compañías en los aeropuertos de Menorca y en el Adolfo Suárez de Madrid, ha sido la firma alicantina la que ha ganado la licitación convocada por el gestor aeroportuario para la extensión de esta tecnología en sus instalaciones durante los próximos cuatro años, con una oferta que roza el millón y medio de euros.
La tecnológica ingresará cerca de 1,5 millones de euros por los cuatro años de la adjudicación
Un contrato que supone todo un espaldarazo para los planes de expansión de la firma que dirige Javier Mira, que continúa así con la diversificación de los sectores en los que opera. Hasta ahora, sus programas de reconocimiento facial han tenido especial éxito en el negocio financiero, para garantizar la seguridad de las operaciones en la banca electrónica, pero poco a poco empiezan a aplicarse también en otras áreas, como las compañías de seguros o el registro de pacientes en instalaciones sanitarias. Además, recientemente se anunció un acuerdo para aplicarlo en los controles de acceso en los partidos del València en Mestalla.
Como recordaron ayer desde FacePhi, el contrato con Aena es especialmente significativo porque la compañía española es uno de los principales operadores aeroportuarios del mundo en número de pasajeros. Además de todos los recintos españoles, la firma presidida por Maurici Lucena también gestiona varios aeropuertos en el extranjero, en el Reino Unido, México o Brasil.
Consentimiento previo
Desde la compañía insistieron ayer en que estos programas de reconocimiento facial en los aeropuertos se aplicarán únicamente con el conocimiento y consentimiento previo del usuario. Es decir, únicamente lo usarán aquellos pasajeros que voluntariamente se registren para agilizar su paso por las instalaciones aeroportuarias, por lo que se excluye su uso para videovigilancia. En el caso de los trabajadores del recinto, la tecnología reforzará la seguridad y evitará el uso de tarjetas identificativas de papel o plástico, más susceptibles de piratearse.
Más allá del plazo genérico de cuatro años que establece el contrato, desde Aena no dieron ayer más detalles sobre el calendario de implantación del reconocimiento facial. No obstante, desde la compañía señalaron que la iniciativa forma parte de su Programa Estratégico de Identidad Digital. Según explicaron, la intención es que el pasajero solo tenga que registrarse una única vez en el programa biométrico, y que de esta forma pueda utilizar la biometría en cualquier aeropuerto de la red de Aena y con cualquier aerolínea que participe en el programa.
En la prueba realizada en Menorca, los pasajeros podían registrase en el mostrador de facturación o en un quiosco digital, y luego dirigirse a los controles de seguridad a través de puertas específicas. En el caso de Madrid, se fue un paso más allá y se permitió que los pasajeros realizaran el registro a través de su móvil.
