Nuevo plan de negocio y nueva estructura en Urbas, el grupo cotizado que el pasado mes de julio compró Ecisa en un intercambio de acciones con el fondo qatarí Al Alfia. La compañía dirigida por Juan Antonio Acedo ha designado al presidente de la constructora alicantina, Enrique Barreiro, como nuevo director de su división de Energía e Industria. Un cargo con el que Barreiro pasará a tener el control de la filial de energías renovables del grupo, Sainsol, y de la mina de feldespato que Urbas adquirió hace un año, Ksilan. 

Desde el grupo cotizado señalan que el perfil de Barreiro era el que más encajaba con este área por su formación como ingeniero industrial y su trayectoria en firmas como Abengoa o Isolux. Fuentes oficiales de la compañía aseguran que el ejecutivo compatibilizará sus nuevas tareas con la presidencia de Ecisa, a pesar que la firma alicantina ha quedado bajo el paraguas de la división de Infraestructuras y Construcción, que será responsabilidad de Daniel Navalón.

En cuanto al plan de negocio, el presidente de Urban, Juan Antonio Acedo, explicó ayer que el objetivo es superar los 1.000 millones de euros de facturación en 2025, con una capitalización bursátil de más de 2.000 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de casi 150 millones de euros para ese mismo año, informa Europa Press.

La constructora prevé aprovechar las adquisiciones acometidas en los últimos años (además de la propia Ecisa, también ha comprado Murias, Joca, Urrutia, Jaureguizar y Sainsol) para despegar en su negocio de promoción inmobiliaria, de energías renovables y del ámbito industrial, con el objetivo de que la actividad constructora pase a concentrar el 57% de los ingresos, frente al 94% actual.

La previsión es que el inmobiliario pese un 37% sobre la facturación y el energético en torno a un 6% para el año 2024, año en el que la cifra de negocios ya se habrá multiplicado por cuatro, hasta 826 millones de euros, y el Ebitda por siete, hasta 116 millones de euros. Urbas afronta esta nueva etapa tras reorganizar su deuda, cuyo balance quedó lastrado por la crisis financiera de 2018 y se ha quedado ahora en 50 millones de euros, frente al pasivo de 185 millones de euros que arrastraba la compañía hasta 2019, gracias a las daciones en pago, capitalizaciones y quitas acometidas.

Por su parte, Ecisa cerró su último año antes de la compra por parte de Urbas con una facturación de 36,7 millones de euros, lo que supuso una caída del 51% sobre los 75,9 millones que consiguió el ejercicio anterior. La firma asegura que remontará esta cifra en el presente ejercicio, en el que también prevé dejar atrás los números rojos y obtener un ebitda positivo.