El interés por las criptomonedas es creciente y España, que para otras cuestiones suele ser de los últimos países en sumarse a la fiesta, en este caso ocupa el quinto puesto del mundo, según los datos de audiencia desde ordenador que arroja Coinmarketcap.com, el principal portal de referencia mundial para el seguimiento de precios de los criptoactivos.
Estados Unidos, que acapara un 13,01% del total del tráfico de la citada web; Turquía, con un 4,20%; Brasil con un 4,08% y Reino Unido con un 3,61% son los únicos países por delante de España, con un 3,13%.
La atención que despiertan Bitcoin y las altcoins en los españoles no deja de aumentar y se encuentra en estos momentos en sus niveles históricos más altos, tal y como se desprende de este gráfico de tendencias de búsqueda en Google:
Por regiones y con datos de los últimos 5 años, la Comunidad Valenciana es la séptima autonomía de España donde los criptoactivos tienen más adeptos.
El mismo lugar ocupa Alicante en la clasificación de ciudades del país cuyos habitantes muestran mayor curiosidad por las cotizaciones cripto. Le anteceden Terrassa, Santa Cruz de Tenerife, Palma de Mallorca, Marbella, Barcelona y Málaga.
Sin embargo, si acotamos los datos a los últimos 12 meses, Alicante se coloca ya tercera, solamente por detrás de Barcelona y de Málaga y superando a Valencia.
Aunque no necesariamente tiene por qué ser así, si diéramos por bueno que interés puede equivaler en la mayoría de los casos a posesión, podríamos afirmar que la capital de la provincia ha sido este año uno de los epicentros de la inversión de criptomonedas en España.
No en vano, Bit2Me, la plataforma española líder en el comercio de criptomonedas, tiene sus oficinas centrales en Elche, aunque su expansión le ha hecho abrir sede también en Alicante y Castellón. Con la ICO de su token captó 17,5 millones de euros en 144 segundos.
La inversión en criptomonedas, en máximos históricos
La fiebre por esta nueva economía digital basada en la tecnología blockchain marcó un hito el pasado 8 de noviembre, cuando el mercado de las criptomonedas superó por primera vez en su historia los tres billones de dólares estadounidenses.
Más infografías en Statista
Esto ocurre en un año donde los mercados tradicionales están siendo muy castigados por la inflación y en el que se han producido hechos relevantes para el mercado cripto, como la salida a bolsa de Coinbase, una de las mayores plataformas de intercambio de criptomonedas; el ETF de Bitcoin, que permite a los inversores apostar por Bitcoin sin salirse de Wall Street; o la aprobación de Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador.
Como apuntábamos, una cosa es buscar en portales especializados información sobre los proyectos, y otra distinta es invertir criptomonedas o tokens. En este sentido, España no presenta una posición tan destacada.
Una encuesta realizada en la primera mitad de este año por Statista revela que en España solo un 10% afirman ser usuarios o poseedores de criptomonedas, un porcentaje que únicamente se eleva 2 puntos en los resultados de otro sondeo llevado a cabo por la consultora Finder y que sitúa a nuestro país en el puesto número 23 de todo el mundo.
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Este último estudio revela que solo el 5% de los adultos españoles afirma tener algo de Bitcoin, en comparación con la media mundial del 10%, mientras que un 2% posee Ethereum.
España también tiene la cuota más pequeña de personas que informan ser propietarios de Ripple (1%), aunque en este punto habría que apuntar que más de un entendido consideraría que eso es una señal de buen criterio.
A pesar de que el número de inversores es todavía pequeño, Hacienda ya ha olido la sangre y está dando cada vez más pasos para tratar de recibir tributos de unos activos que, tal y como la semana pasada la Comisión Nacional de Mercado de Valores se encargaba de recordarle a Andrés Iniesta, no están regulados.
