El confinamiento y la caída del número de turistas internacionales golpearon con fuerza durante el año pasado los ingresos de la cadena de tiendas de regalos Ale-Hop, que, sin embargo, logró resistir y evitar las pérdidas gracias a las medidas adoptadas por sus responsables. Así se refleja en las cuentas consolidadas que la matriz del grupo -Clave Dénia SA- ha depositado en el Registro Mercantil.

Así, tras el aumento de ventas continuado de los años anteriores, la facturación de la cadena se redujo a la mitad en 2020, al caer desde los 140,3 millones del ejercicio anterior hasta 70,8 millones. Como recordaba ayer el consejero de la firma Darío Grimalt, los ingresos de Ale-Hop se vieron afectados no sólo por el cierre obligado de las tiendas durante las semanas del confinamiento o por la limitación de aforos que se impuso para frenar la expansión del coronavirus. Una parte considerable de su negocio depende de los turistas internacionales que visitan las costas españolas y portuguesas, por lo que el golpe para la compañía fue mayor que en otro tipo de comercios.

Sin embargo, los recortes en los aprovisionamientos, junto con la reducción de otros gastos gracias al ERTE que aplicó a la plantilla y los ajustes que se realizaron, permitieron que la compañía consiguiera cerrar el ejercicio en positivo. Eso sí, con una considerable caída de los beneficios, desde los 30,4 millones de 2019, a los 1,7 millones.

Expansión

Lejos de frenar sus planes, la compañía ha apostado por mantener sus proyectos de expansión para hacer frente a la situación derivada de la pandemia. Una decisión que ha sido posible gracias al considerable riñón financiero con que cuenta la firma, que financia todas sus aperturas con recursos propios, sin recurrir al endeudamiento bancario. Así, el año pasado acumulaba casi 150 millones de patrimonio neto, la mayoría en reservas voluntarias.

Dentro de esos planes de expansión, como señaló ayer Grimalt, la firma está apostando por abrir en enclaves más céntricos o en centro comerciales para reducir su dependencia de las zonas turísticas. En este sentido, la compañía está aprovechando la reducción de la demanda de locales comerciales que se ha producido con el covid para ubicarse en algunos de los ejes más transitados de varias ciudades.

En paralelo, la compañía ha optado por potenciar su proceso de internacionalización, y el pasado mes de octubre inauguraba su primera tienda en Croacia, la primera fuera de España o Portugal, donde hasta ahora había centrado su negocio.