¿Tienes tus ahorros y tus gastos corrientes en una misma cuenta? Si la respuesta es afirmativa, estás cometiendo uno de los errores más comunes cuando hablamos de las finanzas personales. Si tienes tus ahorros y gastos en una misma cuenta no tendrás el control total sobre lo que quieres ahorrar y aumentarán los gastos sin que lo percibas.

Ahora, los expertos no solo recomiendan separar los gastos y los ahorros en dos cuentas diferentes, sino que también instan a que se separen en dos bancos diferentes.

Aunque no lo parezca tiene bastante sentido. De primeras te aleja el dinero de tu día a día, para que no estés tentado a gastarlo, siendo lo más lógico transferir el pasivo indirecto a la cuenta de gastos.

Una vez hecho esto armaremos un presupuesto mensual en el que incluiremos lo que consideramos como gastos fijos: el alquiler, la comida, la luz o el agua... Y los gastos que son más casuales como ir a tomar una cerveza o ir al cine. Todo lo que no se incluya en ese plan: a la cuenta de ahorro.

Las finanzas personales deben estar bien controladas

Una cuenta más para los autónomos

Si eres particular este método es aconsejable pero para los autónomos aún es aconsejable tener otra cuenta más. Esto se explica en la necesidad de los profesionales por cuenta propia para tener que llevar las cuentas de su negocio.

Es importantísimo separar los gastos personales de los gastos del negocio a fin de ejercer un control más eficiente y tener una visión más limpia de la situación financiera tanto personal como de tu empresa.