2021 quedará marcado en los libros de Historia como el año en el que se aceleró la adopción generalizada de las criptomonedas. Sin embargo, la creciente popularidad de estas monedas virtuales también ha hecho que cada vez más delincuentes las utilicen para cometer delitos. Así, este tipo de robos y estafas movieron el año pasado un total de 14.000 millones de dólares en transacciones ilícitas, un máximo histórico que destapa un informe de la plataforma Chainanalysis.

Los principales delitos cometidos el año pasado con criptodivisas fueron estafasrobo de fondos y financiación de grupos terroristas. Los 14.000 millones de dólares registrados suponen un aumento del 79% en relación al 2020, cuando el volumen fue de 7.800 millones. El anterior máximo histórico se dio en 2019, cuando estos delitos lograron extraer hasta 11.700 millones.

Los ingresos producidos a través de estafas aumentaron un 82% hasta alcanzar los 7.800 millones de dólares. En muchos casos se trata de proyectos que aparentan ser legítimos para terminar robando a los inversores. Uno de los más conocidos fue la criptomoneda lanzada por unos desconocidos aprovechando el éxito mundial de la serie coreana ‘El juego del calamar’, que logró atraer casi tres millones de dólares en inversiones de gente de todo el mundo para después desaparecer con ese dinero bajo el brazo.

Por otro lado, el robo de criptomonedas se disparó un 516% en relación al 2020 y movió unos 3.200 millones de dólares.

“El abuso criminal de las criptodivisas crea enormes impedimentos para su continua adopción, aumenta la probabilidad de que los gobiernos impongan restricciones y, lo que es peor, victimiza a personas inocentes de todo el mundo”, reza el avance de este informe global, que se publicará en toda su extensión en febrero.

Popularidad disparada

Sin embargo, el estudio de Chainanalysis señala que el aumento de la criminalidad con criptomonedas ha sido mucho menor si se compara con el creciente uso de estos activos virtuales. Todas las transacciones registradas por esta plataforma movieron 15.800 millones de dólares, lo que supone un aumento del 567% en relación con 2020.

Esa consolidación mayúscula del uso lícito de criptomonedas es la que hace que, viendo la imagen en general, la cuota de actividades ilícitas represente tan solo un 0,15% del total, la más baja registrada hasta la fecha. En los últimos cuatro años esa tasa fue del 1,42%, 0,76%, 3,37% y 0,62% respectivamente.

Chainanalysis, empresa especializada asesorar sobre Blockchain y el mundo cripto, especifica que esa cifra de delitos y estafas “es probable que aumente” a medida que se detecten más cuentas ilícitas. Así pues, su informe no ofrece una visión exacta pero sí una aproximación a una delincuencia que “se está convirtiendo en una parte cada vez más pequeña del ecosistema de la criptomoneda”.