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Repostar un coche de gas natural ya es más caro que uno de gasolina

El precio de la energía dispara el precio y la diferencia por cada 100 kilómetros recorridos se acerca a 0,5 euros de media más

Un vehículo repostando gas natural.

Los vehículos híbridos de gas natural comprimido (GNC) no se encuentran entre los más populares del mercado. La escasa oferta de vehículos (aunque marcas importantes apostaron por esta tecnología), y de estaciones de repostaje, (191 operativos en toda España), han jugado en su contra. Sin embargo, la etiqueta ‘ECO’ y un coste realmente bajo por kilómetro convencieron a cerca de 40.000 conductores que viven cerca de puntos de carga, si bien la ventaja del precio está cambiando. Al mismo tiempo que la factura de la luz se ha disparado y el precio de los carburantes supera ya los niveles precovid, el GNC acaba de asestar el golpe definitivo al repostaje de los vehículos.

Con la escalada de precios de los carburantes, todo apunta a que esa tendencia se mantendrá durante este año, que ha comenzado con un encarecimiento del kilo del GNC de más del 100% en algunas compañías. Actualmente, repostar un kilo de gas cuesta poco más de 2,20 euros, mientras que hace apenas seis meses se podía hacerlo por 80 céntimos de euro. Tomando como referencia el primer Seat León TGI, con un depósito para 15 kilos de gas, llenarlo ha pasado de costar 12 euros a 33 euros. 

Con estos 15 kilos de gas, según datos oficiales de la marca, este vehículo puede recorrer 400 kilómetros, con lo que a 80 céntimos por kilo, el coste por cada 100 kilómetros se situaba en tres euros o, lo que es lo mismo, tres céntimos de euro por kilómetro. Con el precio actual, el coste asciende hasta los 8,25 euros cada 100 kilómetros, ocho céntimos por kilómetro.

Más caro 

Por otro lado, en algunas gasolineras ‘low cost’ el precio del litro de gasolina puede conseguirse, a fecha de la redacción de este artículo, por 1,34 euros. El mismo Seat León dispone de un depósito de 50 litros y llenarlo costará 67 euros por el precio antes mencionado. A una media de 5,9 litros cada 100 kilómetros, este vehículo puede recorrer hasta 850 kilómetros usando este carburante, con lo que el precio por cada 100 kilómetros se sitúa en los 7,88 euros.

Si lo comparamos con un vehículo diésel, la diferencia es aún más acusada. En la misma gasolinera ‘low cost’, el precio por litro de gasóleo se sitúa en 1,21 euros, por lo que llenar un Seat León TDI 115 CV de la misma generación y con el mismo tamaño de depósito cuesta 60,50 euros. Su autonomía, a un consumo homologado de cuatro litros, asciende hasta los 1.250 kilómetros, con lo que el precio por 100 kilómetros es de apenas 4,84 euros.

Los vehículos de gas natural comprimido llegaron para situarse como una gran alternativa a la combustión durante la transición hacia la movilidad eléctrica. Pese a que no terminaron de despegar, por la falta de inversión pública y privada en el despliegue de una red de puntos de repostaje adecuada para ello, sus argumentos eran, hasta que se disparara el precio del gas, un ahorro del 30% por depósito respecto al diésel y del 55% respecto a la gasolina y una reducción de emisiones de CO2 del 25% y del 75% de óxidos de nitrógeno (NOx). Todo, junto a la etiqueta ‘ECO’ de la Dirección General de Tráfico y sus ventajas fiscales.

Con la subida del precio del GNC, que depende directamente del precio del gas, disparado por la escasez de suministro de Rusia y la alta demanda de Asia, pasando desde los 15 euros hace un año a los 180 euros hace una semana, los interesados potenciales en un coche de GNC pierden el mayor incentivo que ofrecía su compra, el ahorro en el repostaje. 

Poco mercado

El mercado de los vehículos de GNC no es grande y en diciembre del pasado año había cerca de 40.000 modelos circulando con esta tecnología. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) al cierre del año se habían vendido 3.204 coches de GNC, un 64,26% menos que en 2020. En el total del mercado, incluyendo vehículos comerciales y autobuses, las ventas fueron de 5.797 (-46,37%). Si contemplamos los modelos de GLP (Gas Licuado del Petróleo), que son los que copan el mercado de gas en general, la cifra asciende a 8.496 vehículos, con los Dacia Sandero y Duster como dominadores. En el mercado del GNC, el Seat Arona es el líder.

Con todo, la escalada de precios de la energía y los carburantes vuelve a beneficiar a la gasolina, que ve cómo cargar un coche eléctrico fuera de casa ya es mucho más caro que repostar carburante y, ahora, también supera al gas natural.

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