"Ni que esto fuera campaña", bromeaban en el equipo de Yolanda Díaz  este viernes al ver cómo decenas de personas llenaban la sala de Columnas del Circulo de Bellas Artes en Madrid. El motivo, a priori, no parecía muy sugerente: un diálogo entre una vicepresidenta del Gobierno y un economista. Eso sí, la propuesta ganaba puntos al saber que una era la líder de Unidas Podemos y el otro Thomas Piketty, autor del libro 'Capital e ideología'. A esto se sumaba que, si bien no era un acto electoral, se ha podido entender como un discreto pistoletazo de salida a la configuración del 'frente amplio' que Díaz lleva meses anunciando. Al menos, a nivel programático. Así se desprendió de las palabras de la ministra de Trabajo que esbozó las recetas económicas del proyecto que tiene en mente.

La vicepresidenta segunda no mencionó sus planes futuros, pero habló en todo momento de la necesidad de "configurar un proyecto político" basado en las políticas públicas, en la democratización de las empresas, en un modelo fiscal más redistributivo y en un reflexión sobre "toda la arquitectura europea". Sin mentarla, dejó claro que estas serán las bases sobre las que se asiente la plataforma que tiene en mente. Por el momento, no ha iniciado el proceso de escucha previo, pero en su entorno confían en arrancar en las próximas semanas.

"No hay igualdad sin impuestos", sentenció Díaz en uno de los bloques en los que se mostró más tajante. "La cuestión no está en subir los impuestos, la cuestión está en quién paga los impuestos", añadió tras asegurar que "las fuerzas de izquierda tienen miedo" a enfrentarse a una reforma del modelo fiscal. A continuación, añadió que lo que hay que tener es una "enorme valentía" para explicar a la gente lo que se necesita: "Tenemos que ir a la ofensiva con nuevas políticas que acomoden los ingresos púbicos a la realidad económica actual".

Siguiendo al economista

Apoyándose en todo momento en las explicaciones de Pikkety, Díaz promulgó, además, la necesidad de sostener en el tiempo las medidas impulsadas durante la pandemia. "Apelo al proyecto basado en la igualdad y en el que la intervención pública no solo tiene que estar cuando estamos en crisis", recalcó antes de subrayar que estas medidas son necesarias para lograr la igualdad entre la ciudadanía.

También, mirándose en el espejo de países como Alemania o Suecia, y tras las palabras del economista galo, habló de democratizar las empresas para que los trabajadores tengan más poder en la toma de decisiones. Dijo que en España predomina la "empresa monárquica" y anunció que en 2022 el ministerio de Trabajo estudiará medidas para impulsar la participación de los trabajadores. "Necesitamos que en las decisiones de el qué se produce, quién lo produce y cómo se produce estén los trabajadores", insistió. En este sentido, lamentó que estas cuestiones se toman "en los consejos de administración apegados al reparto de los dividendos".

El último punto que desgranó Díaz fue la necesidad de "repensar toda la arquitectura institucional europea". Señaló que los actuales mecanismos de decisión deben variar, ya que muchas decisiones requieren de una unanimidad prácticamente imposible, o que el Banco Central Europeo debe asumir competencia sobre políticas de pleno empleo o relativas a la emergencia climática.

Piketty escuchó interesado y, sobre todo, fue dando pie a todas las intervenciones de la vicepresidenta segunda del Gobierno. "Para mí, llegar a España, donde Yolanda y otros muestran que es posible tener cierta unión entre la izquierda, es algo muy importante", dijo al inicio del acto. No parecía estar al tanto de los roces por la carne española y su calidad.