El índice compuesto de indicadores líderes (CLI), que sirve a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 'termómetro económico' para detectar cambios de tendencia en la coyuntura, ofrece signos de una posible moderación en el ritmo de expansión de la economía española.

En el caso de España, el índice CLI subió en diciembre hasta 101,48 puntos, lo que representa un mínimo avance de 0,05 puntos sobre el dato de noviembre y de 5,05 enteros en un año.

De este modo, el dato para España ha mejorado mes a mes de manera ininterrumpida desde julio de 2020 y se situó en diciembre en su nivel más alto desde junio de 2019.

"El CLI para España continúa expandiéndose por encima de la tendencia a largo plazo, con las últimas estimaciones mostrando signos de una posible moderación en el ritmo de expansión", explicó a Europa Press un portavoz de la OCDE.

"Si bien la tendencia futura del empleo en la construcción, la tasa de utilización de la capacidad en las manufacturas y automoción continúan impulsando al alza el CLI, este mes llegan contribuciones negativas del indicador de confianza del consumidor y del precio en los servicios", añadió.

En el conjunto de la OCDE, el índice CLI de diciembre se situó en 100,55 puntos, con un descenso mensual de 0,06 puntos y un incremento anual de 1,55 enteros, sugiriendo un "posible pico" del repunte del crecimiento económico posterior a la pandemia que sugiere una próxima desaceleración.

"El fuerte repunte del crecimiento desde la profundidad de la crisis económica relacionada con Covid-19 en 2020 puede moderarse pronto en varias economías importantes", advierte.

Entre las grandes economías de la OCDE, los CLI del cierre del pasado año sugieren un posible techo en Estados Unidos, donde el índice se situó en 99,91 puntos, con un descenso mensual de 0,04 puntos y una subida anual de 0,95, mientras que en la zona euro el dato apunta también a un posible máximo, situándose en 100,89 puntos, lo que implica un retroceso de 0,10 puntos en comparación con noviembre, pero un alza de 2,49 en un año.

La AIReF rebaja su previsión

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha rebajado cuatro décimas sus previsiones de crecimiento tanto para 2021 como para 2022, hasta fijarlas en el 5,1 % y en el 5,9 %, respectivamente.

El impacto asociado al rebrote de la pandemia en diciembre, la crisis mundial de suministros y el retraso en los efectos económicos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia figuran entre los motivos que explican esta revisión a la baja, según ha precisado la entidad este lunes en un comunicado.

Sus nuevas estimaciones suponen una actualización de las cifras incluidas en su Informe sobre los proyectos y líneas fundamentales de presupuestos de las Administraciones Públicas (AAPP), de finales de octubre, y recogen también una revisión al alza de sus cálculos sobre la inflación de cara a 2022, hasta el 2,4 %.

De esta forma, las previsiones del organismo se alejan más de las del Gobierno, que auguran un crecimiento del 6,5 % para 2021 y del 7 % para 2022.

El cuadro macroeconómico estimado por la AIReF ahora apunta a que la demanda nacional aportará 4,5 puntos de ese crecimiento del PIB de 2021, lejos de los 5,8 puntos que pronosticaba en octubre.

Por el contrario, el saldo exterior mejora notablemente hasta compensar parte de esa bajada y pasa a sumar 0,5 puntos, en contraste con sus anteriores estimaciones, que situaban el indicador en terreno negativo (-0,3 puntos).

Para 2022, la aportación del consumo nacional ha caído un punto, hasta 5,2, mientras que el saldo exterior pasa de sumar 0,2 a 0,7 puntos.

Los responsables del organismo -de carácter independiente y dedicado al control fiscal- han recalcado que el "peor desempeño" de lo esperado de la segunda parte del 2021 se trasladará "a un menor crecimiento" este año, lo que retrasará la recuperación de los niveles de PIB pre-covid hasta finales de 2022.

La entidad también ha actualizado sus previsiones de déficit de las administraciones públicas, que apuntan ahora a que se situará en el 7 % del PIB al cierre del ejercicio 2021, tres décimas inferior al estimado en su última proyección, a principios de diciembre.

Por subsectores, el déficit de la Administración Central mejora tres décimas, del 6,2 al 5,9 %, mientras que se mantienen inalterados el de los Fondos de la Seguridad Social (FSS), en el 1,3 %, y el de las comunidades autónomas, en el 0,2 %.

Tampoco registra cambios el superávit estimado para el subsector local, que se sitúa en el 0,3 %.

En estos cálculos se ha tenido en cuenta un aumento más pronunciado de los ingresos tributarios, que según estas proyecciones se incrementaron el pasado año en 14,6 %, seis décimas por encima de lo proyectado anteriormente.

"En términos comparables con 2019 -antes de la pandemia-, el incremento hasta noviembre era del 4,6 % y, a excepción de los Impuestos Especiales, las principales figuras impositivas superan ya la recaudación de ese año", han explicado.

De acuerdo con sus cifras, las medidas tributarias incluidas en los Presupuestos de 2021 añaden otros 1.338 millones, mientras que las aprobadas para mantener la factura de la electricidad restan 1.126 millones.