Las consecuencias de la pandemia marcaron decisivamente la evolución del Grupo Marjal durante el año 2020, en el que las restricciones de movilidad para frenar la expansión del coronavirus afectaron de lleno a los principales sectores en que la compañía ejerce su actividad: el turismo y el inmobiliario. Aunque las medidas adoptadas consiguieron atenuar algo el impacto, el conglomerado de las familias Fur y Gómez perdió más de una cuarta parte de su facturación y acabó el ejercicio en números rojos, de acuerdo con los balances consolidados que la firma ha remitido al Registro Mercantil.
De esta forma, si en 2019 el grupo había logrado elevar sus ingresos un 21%, hasta superar los 38 millones de euros, la llegada del covid-19 se tradujo en un descenso del 28,8%, lo que dejó la cifra de negocio en 27,1 millones.
Por áreas de actividad, fueron las directamente relacionadas con el turismo -donde el grupo tiene el 50% de la cadena de campings-resort Alannia, a través de su filial Servicios Turísticos Marjal- las que sufrieron la mayor caída. Así, los ingresos por la prestación de servicios de alojamiento se redujeron un 34%, hasta los 4,7 millones de euros, y los de restauración se contrajeron más un 50%, hasta los 786.000 euros.
Al respecto, desde la compañía recordaron ayer que las medidas para frenar el covid-19 obligaron a cerrar varios meses sus establecimientos y que luego se produjo una apertura progresiva, por lo que no se pudo operar con normalidad en todo el año. A pesar de ello, señalan que la firma ha mantenido «su hoja de ruta y actividad económica, detectando nuevas oportunidades de negocio con vista a los siguientes ejercicios pospandemia».
Entre estas oportunidades, cabe destacar la compra de la sociedad SGH Tierra Cope, con la intención de construir un nuevo resort en el municipio de Águilas, que se sumará a los que ya tiene en Crevillent y Guardamar, en la provincia, y los tres que adquirió en Tarragona.
En cuanto al negocio inmobiliario, donde opera con la marca Somium, el grupo consiguió unas ventas de viviendas de 20,2 millones de euros, frente a los 25,1 del ejercicio anterior, un 19,3% menos. Por su parte, las ventas de parcelas y terrenos sólo aportaron 777.000 euros, un 70,9% menos.
En este caso, el principal problema fue la supresión de vuelos y las cuarentenas que impusieron la mayoría de gobiernos europeos, lo que limitó los desplazamientos de los compradores internacionales que suponen el grueso de su clientela.
A pesar de los ajustes de costes, la caída de los ingresos acabó provocando la entrada en pérdidas de la compañía, que cerró 2020 con unos números rojos de 1,8 millones de euros, frente a los beneficios de casi 2,2 millones que logró en 2019.
Coliving
Desde Marjal destacaron ayer la recuperación de las cifras que se empezó a registrar al final del ejercicio y que se consolidó a lo largo de 2021. Además, también recordaron que la compañía ha apostado por diversificar sus negocios, con la puesta en marcha de una nueva división dedicada al coliving bajo la marca Suiters, donde recientemente ha dado entrada a un nuevo socio, el empresario catalán Rubén Fernández.
