El Gobierno ha puesto en marcha una serie de medidas decisivas para rejuvenecer el parque de viviendas de nuestro país, uno de los más antiguos de Europa. A través de una figura común, el agente rehabilitador, los profesionales de la Construcción, entre los que destacan los Ingenieros Civiles, pueden llevar a cabo dicha tarea.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible han marcado grandes retos internacionales que se han materializado en términos de nueva legislación y de normativa en el conjunto de los Estados participantes, entre los que se encuentra España.

Si a nivel de la Organización de Naciones Unidas contamos con la Agenda 2030, en la Unión Europea se ha establecido el Pacto Verde Europeo. Con motivo de la COVID, además, se ha intentado acelerar la implantación de nuevas medidas para encontrar un equilibrio que, durante siglos, ha parecido imposible: la recuperación económica y el respeto al Medio Ambiente.

Dentro de esta conjunción de problema-solución, tanto la Unión Europea (planes NextGeneration) como el Gobierno (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia) han puesto los motores en marcha para la consecución de una salida digna de la crisis sanitaria.

A la hora de establecer las coordenadas clave para la transformación de las principales actividades económicas en sostenibles, entre las que se encuentra la Construcción, se da gran relevancia a la rehabilitación de las viviendas, especialmente en lo relativo a la eficiencia energética.

En España, además, nos encontramos con la peor de las situaciones, comparada con la de nuestros países vecinos: el 81% de las viviendas presenta ineficiencia energética y el 45% del parque total de las mismas (9,7 millones) se construyó antes de 1980. En resumen: contamos con casas antiguas y poco rentables, responsables ya en 2018 del consumo del 30% de la energía primaria de nuestro país.

En 2020, se comenzaron a tomar las primeras medidas reales para solventar este problema. El Programa de Rehabilitación Energética de Edificios, aprobado mediante el Real Decreto 737/2020 a petición del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, abrió la puerta para el gran cambio de paradigma, con una dotación presupuestaria inicial de 300 millones de euros.

Eduardo Francisco Vílchez López. Decano del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Alicante.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha aprobado, por su parte y en el pasado ejercicio, el Real Decreto Ley 19/2021 de “medidas urgentes para impulsar la actividad de rehabilitación edificatoria en el contexto del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”, así como el Real Decreto 853/2021 por el que “se regulan los programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial y vivienda social del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”.

En total, hablamos de un presupuesto para estas acciones de 1.151 millones de euros y la creación de la figura de un agente rehabilitador, que sea capaz de desarrollar proyectos “llave en mano” a comunidades de vecinos que requieran de una adaptación de su edificio a la normativa de eficiencia energética: “Se entenderá por agente o gestor de la rehabilitación la persona física o jurídica, o entidad pública o privada que pueda realizar actuaciones de impulso, seguimiento, gestión y percepción de ayudas públicas, mediante mecanismos de cesión de derecho de cobro o similares, acceso a la financiación, elaboración de documentación o proyectos técnicos u otras actuaciones necesarias para el desarrollo de las actuaciones de rehabilitación o mejora que puedan ser objeto de financiación a través de alguno de los programas recogidos en este Real Decreto”.

Si, además, tenemos en cuenta que, de las construcciones consideradas residenciales, el 75% del conjunto no es accesible y que, de aquellos edificios con más de cuatro plantas, el 40% no dispone de ascensor, la rehabilitación va más allá del mero cambio de ventanas y de sistemas de calefacción.

Con el fin de poder ejecutar estos planes, el Gobierno ha establecido ocho puntos principales de organización en materia de rehabilitación energética de viviendas: Agenda Urbana Española (que fomenta la actividad en el sector de la Construcción), eficiencia energética, lucha contra la pobreza energética, renovación y mejora de entornos residenciales, descarbonización de la calefacción y de la refrigeración, digitalización del sector edificatorio, uso de tecnologías limpias y generar la figura del “agente rehabilitador”.

Profesionales a la cabeza

Un proyecto ambicioso, especialmente en lo referido a la descarbonización de las edificaciones, que ya se ha planteado desde la propia Administración como un trabajo que desarrollar por profesionales que puedan aportar soluciones reales desde todos los ámbitos que se aplican en la reconfiguración del parque de viviendas español.

Implantación de medidas de control de emisiones, recolocación de materiales en los edificios afines a los nuevos parámetros sostenibles internacionales y reestructuración de espacios comunes para la accesibilidad universal de los habitantes de las comunidades es fundamental en el primer plano. El segundo, en este caso, es el mantenimiento de todas estas medidas.

¿Dónde encontrar profesionales cualificados para dichas acciones? Una vez más, en la Ingeniería Civil. Se requieren profesionales que, desde un punto de vista técnico, sepan afrontar las nuevas normativas y, por supuesto, cuenten con conocimiento suficiente de las características de los materiales y de los procesos requeridos. Todo ello, junto a la reorganización de los espacios residenciales en su apartado más privado (las comunidades de vecinos) y público (accesos a los servicios básicos municipales).

Una labor infinita, la de rehabilitación de las comunidades, que conlleva un papel destacado de aquellos profesionales, Ingenieros Técnicos de Obras Públicas e Ingenieros Civiles, que presenten conocimientos transversales en el sector de la Construcción. Esto se consigue a través de una formación, el Grado en Ingeniería Civil, que ahonda en la gestión de proyectos, en la organización de equipos y en la consecución de obra nueva y de rehabilitación desde un punto de vista universal. Así, la perspectiva que se toma de cada uno de los trabajos es completa, siendo fundamental la valoración de personal cualificado de las necesidades, de los problemas y de las soluciones que se ha de dar a la sociedad en un contexto, el de la descarbonización, que ha llegado para quedarse.

Por todas estas razones, el Ingeniero Civil se postula como firme candidato a liderar la figura del agente rehabilitador y conseguir llevar a buen puerto la estrategia del Gobierno de implantar el rol de un profesional que lidere el cambio de paradigma en el parque inmobiliario de nuestro país.

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