Prácticamente desde que arrancó la industria turística, la provincia siempre ha tenido en la capital de España uno de sus mayores mercados y esa realidad se aplica también al turismo residencial. Los madrileños suponen prácticamente la mitad de todos los compradores de segundas residencias procedentes de otras partes del país, con un volumen de transacciones sólo comparable al de los grandes mercados extranjeros, como el británico o el belga, y, desde que acabó el confinamiento, el número de operaciones no ha hecho más que crecer.
Así, de acuerdo con las últimas estadísticas del Ministerio de Fomento, sólo entre los meses de enero y septiembre del año pasado, los residentes en la Comunidad Autónoma de Madrid adquirieron 2.097 viviendas en la provincia de Alicante, lo que supone un 50% más que los registrados en el mismo periodo de 2020 -algo lógico si se tiene en cuenta que buena parte de este periodo coincidió con los meses del confinamiento-, pero, también, un 20% más que los niveles que se registraban antes de la pandemia.
Eso sí, cabe destacar que no son los únicos que vuelven a mirar a la Costa Blanca en busca de una vivienda vacacional. En su conjunto, las ventas de casas a residentes de otras provincias crecieron en una proporción similar, al pasar de las 3.008 registradas en los nueve primeros meses de 2020 a las 4.624 contabilizadas en el mismo periodo del año pasado, igualmente por encima de los niveles previos a la crisis sanitaria.
En cualquier caso, ninguna otra demarcación cobra la importancia de los compradores procedentes de Madrid, que copan el 45% de este segmento. De hecho, el año pasado los madrileños compraron prácticamente el mismo número de casas en la provincia que los británicos, que sumaron 2.101 operaciones en el mismo periodo, y muchos más que los belgas (1.547), los suecos (1.269) o los alemanes (1.108), los que se consideran los grandes mercados del inmobiliario alicantino.
Detrás de estos números están los cambios psicológicos que ha generado la pandemia en una parte de la población y, en especial, de residir en zonas con mayor calidad de vida, alejadas de la dureza y el estrés de las grandes ciudades, como recuerda el presidente de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Jesualdo Ros. Una opción que, además, se ha visto favorecida por las posibilidades que ofrece el teletrabajo, lo que ha cambiado el perfil y el modo de disfrute de estas viviendas.
"El comprador ha cambiado y ahora es más diverso, la edad media se ha rejuvenecido. Además, muchos compran pensando en pasar temporadas largas y también nos encontramos con muchos compradores que lo que quieren es directamente trasladarse aquí", explica Ros.
La capital de la provincia se mantiene como uno de los destinos preferidos de los madrileños, como recuerda Pedro Casamayor, socio director del grupo inmobiliario Casamayor, que destaca la efervescencia que viven el PAU5 o Alicante Golf, en la playa de San Juan, o la zona de Nou Nazaret, en término municipal de Sant Joan. Además, según el experto, también existe una demanda notable por comprar pisos en el centro de la ciudad.
No es el único destino de la provincia que aprecian la ciudad del Manzanares: Torrevieja, Guardamar o Santa Pola son otros municipios que también se están beneficiando de este incremento de la demanda postcovid, según explica el gerente de Remax Grupo Inmomás, José Martínez, que también destaca la diversificación de los compradores. "No sólo son parejas más jóvenes, también nos estamos encontrando con solteros que deciden destinar sus ahorros a comprarse un apartamento para salir de la ciudad", asegura. Según apunta el experto, al igual que ocurre con los extranjeros, también entre las distintas autonomías hay preferencias por uno u otro destino en la provincia. Así, los vascos y, en general, los compradores procedentes del norte, suelen decantarse más por el entorno de Benidorm.
Valencia, Murcia, Euskadi o Castilla-La Mancha se encuentran entre las autonomías que más compradores de segundas residencias aportan a la provincia de Alicante.
La facilidad de crédito impulsa el negocio
Entre las claves del actual "boom" de la venta de viviendas, tanto los promotores, como los responsables de las inmobiliarias destacan la importancia de la facilidad que actualmente existe para conseguir financiación hipotecaria. La necesidad de los bancos de mejorar su rentabilidad y el bajo nivel de los tipos de interés están contribuyendo a que un mayor porcentaje de población pueda acceder a viviendas en propiedad, incluidas las segundas residencias, hace unos años muy mal vista por las entidades.
