La cadena de supermercados Mercadona continúa con su política de lanzar productos novedosos, en este caso, en materia de alimentación. Así la última novedad la encontramos en la sección de lácteos con una leche que se ha hecho muy popular entre los clientes: la leche fermentada Laban.

Aquí es donde surgen muchas dudas con respecto a este producto. ¿Es un yogurt? ¿En qué se diferencia de la leche “normal”? Esta leche tiene su origen en el mundo árabe y su principal característica es que está recomendada para personas intolerantes a la lactosa. 

Según la Agencia Efe, en su apartado de Salud, este tipo de lácteo está compuesto por microorganismos vivos que ayudan a regenerar la flora intestinal. Esta leche se obtiene por medio de la fermentación por microorganismos adecuados, lo que posibilita que el calcio, el fósforo y las proteínas sean más digeribles pero conservando sus propiedades nutricionales. Por ello tiene menor contenido en lactosa y puede ser consumido por personas intolerantes a ella y por aquellas personas que padezcan hinchazón abdominal o diarrea, por ejemplo.

Entonces ¿es lo mismo que un yogurt? No exactamente, ya que el yogur es un tipo de leche fermentada pero en él sólo se combinan dos fermentos: Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus mientras que en la leche fermentada además de estos dos hay presentes más fermentos.

Leche fermentada Mercadona

Así pues, Mercadona ha puesto a la venta su leche fermentada Laban de la marca Hacendado, fabricada en España. Se vende en un envase de un litro y su precio es de 1,20 euros. En sus valores nutricionales destaca que tiene 1,5 gramos de grasas (de las cuales saturadas son 0,8) y 4 gramos de hidratos de carbono, todos ellos azúcares. En cuanto a presencia de proteínas lo cifra en 3,3 gramos y 0,10 de sal. No contiene fibra alimentaria.

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En sus ingredientes detalla que contiene leche pasteurizada semidesnatada y fermentos lácteos seleccionados. Además indica claramente que contiene proteína de leche de vaca (alérgenos). Así, se recomienda agitar antes de servir o usar y conservarse entre 2º y 6ºC. Tienes tres días para consumirla desde que abres el envase.

En los comentarios de los clientes de este producto muchos de ellos destacan que se trata de una leche pero de consistencia más espesa y con un sabor más amargo. Además algunos indican que se puede preparar con ella un rico cuscús.