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La exportación tantea mercados alternativos a la UE para afrontar la crisis de Ucrania

El temor a una fuerte caída de las ventas al exterior llega justo después de que a lo largo de 2021 la provincia batiera récords y el número de empresas con envíos a otros países aumentara en un 43% hasta alcanzar las 10.906

El conseller Climent preside la reunión del Observatorio Industrial en el que se ha analizado la crisis.

El conflicto bélico de Ucrania amenaza con llevarse por delante todos los avances que en materia económica se venían registrando tras los momentos más complicados de la pandemia de coronavirus. Este es el caso de las exportaciones, que el año pasado tuvieron un comportamiento excepcional en la provincia de Alicante, donde además de batirse récords, el número de empresas que mantuvieron relaciones comerciales con otros países aumentaron un 43%, hasta situarse en 10.906. Sin embargo, las perspectivas han cambiado de forma radical con la guerra, hasta el punto que todos los sectores temen que se produzca una notable caída de las ventas al exterior, sobre todo las que van a parar a la Unión Europea (UE). Este es el motivo por el que ya se están planteando la aplicación de planes de contingencia, en el sentido de agilizar la búsqueda de destinos alternativos que puedan compensar en cierta forma el revés que se espera en los mercados comunitarios.

La provincia cerró 2021 con unas ventas al exterior récord de 6.216 millones de euros, lo que supuso un incremento de un 22% con relación al año anterior y, lo que es más importante, un 16% más que en 2019, antes de que irrumpiera la crisis del covid. Según se hace constar desde la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), este dinamismo hay que atribuirlo a la mayor diversificación del sector exportador alicantino en comparación con otros territorios, así como al esfuerzo del tejido productivo por elevar los niveles de internacionalización de las empresas, sobre todo con los países más cercanos de la UE, como son Portugal, Francia, Bélgica e Italia, pero también con un Reino Unido marcado por el Brexit. De ahí el sorprendente incremento de firmas exportadoras.

Esta estrategia, sin embargo, ya no va a resultar válida en el contexto que se ha generado con el conflicto bélico. Más allá del impacto que se va a registrar en las ventas a Rusia y Ucrania, donde el peso de las exportaciones es bastante bajo, del 1,1% y del 0,25% respectivamente, existe el convencimiento generalizado de que todo el comercio exterior con el conjunto de países de la UE se va a ver afectado. De ahí que los principales sectores exportadores ya se estén planteando alternativas.

La del calzado es la industria de la provincia con un mayor volumen de ventas al exterior, pese a que los 1.119 millones de euros logrados el año pasado todavía no alcanzan los 1.195 de 2019. Según explica la presidenta de la patronal valenciana del sector (Avecal), Marián Cano, “estábamos progresando y todo parecía indicar que íbamos a completar la recuperación a lo largo de este año”. Sin embargo, las empresas temen que en la UE se produzca un descenso del consumo de moda a causa del conflicto y la escalada de la inflación. Así que toca mirar hacia mercados alternativos como EE UU, aún a sabiendas de que “no es fácil. Hace falta una estrategia de inversión, lo cual es complicado si se tiene en cuenta que todavía no hemos acabado de salir del covid”.

En parecidos términos se expresa Luis Rodríguez, presidente de la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), quien representa a un sector que vende al exterior por encima de los 500 millones de euros. Según explica, “nuestros principales mercados están en Francia, Alemania, Italia, Bélgica e, incluso, el Reino Unido, por lo que esperamos un impacto muy negativo”. De ahí que considere necesario “acelerar el proceso de diversificación de destinos en el que ya se encontraban las empresas, con las miradas puestas en EE UU, Latinoamérica o los países asiáticos”.

El textil, que exporta cerca de 300 millones, también ve un panorama sombrío, al tratarse de un sector que no vende productos de primera necesidad. Según el presidente de la patronal Ateval, Pepe Serna, “es una evidencia que tenemos que diversificar, pero eso lleva su tiempo”. Por su parte, el juguete, que vende 156 millones de euros, es el que ve más complicado buscar alternativas. Según el director general de los fabricantes nacionales, José Antonio Pastor, “más allá de EE UU, el resto de mercados tienen una gran volatilidad”.

Climent anuncia un decreto para las ayudas y las renovables

El conseller de Economía, Rafa Climent, ha anunciado este viernes la aprobación de un decreto el próximo día 25 para agilizar la autorización administrativa de las renovables y conceder ayudas directas a las empresas afectadas por el incremento de los precios de la energía, en el contexto de la crisis generada por el conflicto bélico de Ucrania. Ha sido en el transcurso de una reunión extraordinaria del Observatorio de la Industria, donde la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) ha expuesto la crítica situación en la que se encuentran todos los sectores.

Climent ha explicado que en la reunión se ha realizado «una radiografía de la situación económica» generada por la guerra, poniendo el foco en el encarecimiento de los costes energéticos, la falta de materias primas, los problemas con las exportaciones e importaciones o la posible especulación en determinados productos.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Industria de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), Vicente Lafuente, ha trasladado que el encarecimiento del gas y del petróleo, así como de las materias primas, está haciendo que cobre fuerza un escenario de estanflación, que ya está afectando de forma directa a las industrias más intensivas en energía y a las más dependientes de materias primas y derivados.

En este sentido, sectores como el calzado o la alimentación han informado de la ruptura de contratos de precios fijos por parte de algunas compañías eléctricas, con aumentos del 100% e incluso del 400%, y de la incertidumbre imperante ante el vencimiento de contratos. 

Desde el sector del mármol señalan que algunas empresas están valorando realizar de forma inminente una parada total o parcial, y la alimentación confirma la falta de abastecimiento actual de aceite de girasol y la incertidumbre respecto a otros productos de primera necesidad.

Los sectores del metal y la automoción comparten la preocupación por la provisión de algunas materias primas como el aluminio, el paladio o el níquel, empleado en la fabricación de microchips. La paralización de las exportaciones hacia Rusia y Ucrania es otra de las repercusiones que se han expuesto durante la reunión.

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