Ni las restricciones que aún estuvieron vigentes en 2021 como consecuencia de la pandemia ni la competencia al alza frenaron el crecimiento de Baleària. Hasta el punto de que el ejercicio pasado no sólo dejó atrás las pérdidas, sino que elevó sus beneficios a 49 millones, muy por encima de los 29 millones de euros alcanzados en 2019, antes de la crisis sanitaria. La facturación también fue superior a la de 2020, con 396 millones frente a los 342 millones, pero aún lejos de los 452 de los resultados prepandemia.

Unos números que el presidente de la naviera dinanense, Adolfo Utor, aspira a mejorar a lo largo de este ejercicio. Cierto es que admitió que el escenario es complicado en estos momentos, pero, aún así, confía en que la la apertura de las fronteras con Marruecos les hará sobrepasar los 500 millones de euros, más allá del impacto que pueda tener el sobrecoste del combustible en el ebitda, que en 2020 superó por primera los 100 millones de euros. Se ampara en que, en la primera parte de este año, ya se han rebasado las cifras de 2019. “El objetivo es repetir resultados facturando más”, destacó.

Utor, de hecho, durante la presentación de los resultados y la memoria de sostenibilidad de 2021 en Palma este miércoles, hizo hincapié en que “estos resultados contribuyen a consolidar la solvencia de Baleària, a amortizar deuda, a fortalecer la caja y a dar continuidad al plan de inversiones”. El tráfico de pasajeros, en este sentido, alcanzó los 2,9 millones de personas, aún un 34% menos que antes del covid, como consecuencia de las restricciones de movilidad, pero el transporte de mercancías sigue creciendo, hasta el extremo que se alcanzaron los 6,5 millones de metros lineales, aupado especialmente por la subida en las rutas internacionales.

Con estos puntos de partida, y pese a la situación, Adolfo Utor se mostró especialmente optimista. No en vano, atribuyó estas cifras a la contención del gasto, a una gestión más eficiente y al comportamiento del precio del combustible en los tres primeros meses del año. Por eso mismo, subrayó en varias ocasiones que el encarecimiento de los costes energéticos es algo coyuntural y cíclico. “Igual que sube baja. Esto no dura toda la vida. El combustible va a estar caro, pero nos van a abrir Marruecos”, alegó. Incluso no se mordió la lengua a la hora de recriminar que nadie se quejara cuando el precio bajó, especialmente en los meses más duros de la pandemia.

Respecto a la huelga del transporte, admitió que a su grupo no le está afectando de forma importante, pero sí a las firmas. “Las empresas de logística están trabajando muy duro, para que el impacto sea el menor posible”, añadió. Eso no quita para que proclamara que “el gas debería ser más barato que el petróleo”, y reivindicara que se instrumenten ayudas. “La Administración promovió el consumo de gas como energía de transición y, por lo tanto, debería contar con ayudas. Si queremos ir hacia la descarbonización, la Administración debería respaldar a las empresas que actúan con hechos”, señaló.

Más incertidumbre mostró respecto al conflicto del Sáhara y lo que pueda pasar con Argelia, sobre todo porque Baleària tenía allí un plan de crecimiento, pero también por las consecuencias que se pueden derivar para el gas. “Es una incógnita. Ha habido un cambio de escenario”, admitió. Unos planes de expansión que, tras la pandemia, también se han visto frenados en el Caribe, aún con un peso muy bajo, ya que apenas supone el 5% para la compañía. Incluso reconoció que Cuba no está en la agenda en estos momentos.

Finalmente, y por lo que respecta a los precios, afirmó que es complicado repercutir los costes. “En Baleares los precios no los marcan la oferta y la demanda. Todo sube, pero en Baleares lo que intentamos es no bajar”, afirmó el accionista único de la compañía, tras la salida de Matutes.

Posteriormente, en un acto al que asistieron en torno a 200 personas, y que contó con la ministra de Turismo, Reyes Maroto, Utor reivindicó los pilares en los que se asienta su empresa y proclamó que "Baleària es una naviera, nada más y nada menos. Nunca hemos tenido latentación de entrar en otros sectores en los que, en ocasiones, resultabamás fácil lograr resultados a corto plazo. Somos monofacéticos, no diversificamos, tal vez seamos raros, pero consecuentes con nuestro modelo y principios. La mar es nuestro medio, nuestro único medio".

Por su parte, Maroto ensalzó la trayectoria y la apuesta por la sostenibilidad y la innovación de Baleària. Además, aprovechó para defender la colaboración público-privada, por sus resultados durante la pandemia.

El gas como combustible de transición

Utor puso el acento que la compañía sigue apostando por el gas como combustible de transición, hasta el punto de que en el primer trimestre de este año ya dispone de nueve buques con motores duales en los que ha invertido 380 millones de euros. También incidió en el “efecto tractor económico, social y cultural” que ejerce en los territorios en los que está implantada la firma. El cash flow social de Baleària llegó en 2021 a los 576 millones, un 9% más, mientras que la Fundación Baleària participó en más de 280 actividades.