Ante un panorama internacional incierto por la invasión rusa en Ucrania y los precios de la luz en máximos históricos, la preocupación por el gasto en la factura de la luz es un hecho en todos los hogares de España y Europa. Y es que el precio de la luz y la energía supone una carga cada vez más pesada los bolsillos de las familias, por ello es muy importante conocer ciertos trucos que pueden ayudarte a ahorrar en la factura de la luz.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado una lista con cuatro consejos a tener en cuenta para reducir en el consumo eléctrico y ahorrar en la factura de la luz. Te contamos cuáles son y cómo ponerlos en práctica:

1. Revisa regularmente tu tarifa

Si tenemos en cuenta que el precio de la luz ha aumentado más de 90 euros en un año y la factura media en marzo ha sido de 152 euros, una de las prácticas más importantes a la hora de ahorrar en la factura de la luz pasa por revisar de forma regular la factura y la tarifa de electricidad que tienes contratada.

Además, ante la subida de precios de la electricidad cobra mucha importancia prestar atención a las revisiones del precio que te comunica tu compañía cuando renuevas el contrato. Piensa que actualmente equivocarse de tarifa de la luz nunca ha sido tan caro, ya que la diferencia de precio entre las tarifas de distintas compañías, para un hogar con 4,6 kW de potencia contratada y un consumo anual de 3.500 kW, puede ser de 1.000 euros anuales.

2. Ajusta la potencia eléctrica para ahorrar energía

La potencia eléctrica de la que dispones en tu hogar supone una gran parte de tu factura, ya que cada kW de potencia supone casi 40 euros al año. Por ello, otro de los trucos para ahorrar en la factura de la luz es controlar la potencia contratada y la que necesitas.

Ajustar la potencia eléctrica ahora es mucho más sencillo, ya que la nueva factura de electricidad incluye información los picos máximos de potencia en los últimos doce meses, tanto en horario punta como en horario valle.

Así que si ese pico está por debajo de la potencia que tienes contratada, deberás pedir que te la bajen en el horario punta. En cambio, en el horario valle no es necesario cambiarla, ya que apenas lo notarás en la factura. Además, si mantienes tu potencia para el horario valle, podrás volver a subirla en horario punta casi sin costes y sin muchos papeleos si necesitas hacerlo en el futuro.

3. Haz pequeños cambios en tus hábitos de consumo

Una buena forma de ahorrar en la factura de la luz es adaptar nuestros hábitos de consumo:

  • Si tienes una tarifa con tres tramos horarios, lo más recomendable es que trates de reducir el consumo eléctrico en el horario punta (laborables de 8 a 14 horas y de 18 a 22 horas), ya que el precio se incrementa en unos 12 céntimos respecto al del horario valle. Para facilitar estos cambios, puede ser de ayuda programar el inicio diferido de tus electrodomésticos.
  • Desenchufar los aparatos que no se utilizan, puede hacerte ahorrar alrededor de 4 euros al mes. Lo ideal es apagar todo lo que se queda en stand-by (televisiones, ordenadores, equipos de música...), ya que con esto ahorrarás un 10% de todo lo que consumes.
  • Utilizar los programas Eco en la lavadora y el lavavajillas, que reducen un 40% el consumo eléctrico. Además, debes usar tus electrodomésticos con cabeza: no poner la lavadora o el lavavajillas a más de 40 ºC representa un 40% de ahorro de energía. También instalar el frigorífico lejos de fuentes de calor y regularlo a la temperatura correcta supone un ahorro en el consumo de tu nevera.
  • Reduce el gasto en calefacción. Una temperatura en casa de 19ºC a 21ºC es razonable. Por la noche es mejor que en los dormitorios baje un poco: entre 15ºC y 17ºC. Cada grado de más supone un incremento del 7% en el consumo. Para un piso de 90 metros cuadrados, esto se traduce en unos 6 euros más al mes por cada grado de temperatura que subes.

4. Si puedes, pásate al autoconsumo

La energía fotovoltaica es una alternativa muy interesante en viviendas unifamiliares donde vivan al menos tres o cuatro personas. La inversión inicial es elevada, pero existen distintos tipos de ayudas públicas que permiten amortizar el coste de la compra y la instalación en menos de diez años. Si se mantienen los precios actuales de la electricidad, se podría acortar incluso ese plazo de amortización.