Sindicatos y empresarios van a tener que volver a la mesa de negociaciones del pacto de salarios después de que este viernes se haya constatado que a CEOE no le vale la última propuesta conjunta de UGT y CCOO. En un encuentro entre los especialistas de mercado de trabajo de las principales patronales celebrado este viernes, los responsables empresariales han concluido que las subidas que proponen los sindicatos, ligadas a la evolución de los precios, son "inaceptables", y abogan eso sí por continuar con las negociaciones con la vista puesta en lograr un acuerdo lo suficientemente flexible como para acomodar las situaciones dispares de los distintos sectores.

La clave de la falta de encuentro sigue estando por tanto en la recuperación del poder de compra perdido por efecto de los precios. Para los sindicatos, el pacto debe asegurar el mantenimiento del poder adquisitivo de los sueldos, aunque el terreno perdido en un año haya que recuperarlo en los siguientes; los empresarios se oponen frontalmente a esta ligazón entre sueldos e IPC, con el argumento de que llevaría a una espiral precios-salarios que sólo conseguiría alimentar más la inflación. Aunque el encuentro de este viernes no era de los responsables generales de las patronales, que son los que tomarán la decisión final sobre un posible acuerdo, la oposición de los técnicos hace imposible que se respalde un acuerdo en los términos que proponen UGT y CCOO.

Propuesta sindical rechazada

El planteamiento sindical era un pacto a tres años en el que las subidas de salarios serían del 3,4%, del 2,5% y del 2%, respectivamente, para 2022, 2023 y 2024, más una cláusula de actualización este año que permitiría recuperar al final del ejercicio el 50% de lo que la inflación supere la subida de los sueldos, con el otro 50% pendiente para ir recuperándose en los dos años siguientes. El mecanismo de revisión salarial también operaría para las subidas de 2023 y 2024, aunque para entonces se espera que los precios hayan vuelto a niveles manejables.

Según fuentes de la patronal, en el cónclave de este viernes el sentir general de los expertos de las diferentes patronales es que admitir ese tipo de cláusulas ligadas a los precios podría ser muy perjudicial para las empresas, sobre todo las de los sectores que tienen menos margen por encontrarse de nuevo ante una crisis después de haber sido golpeados duramente por la pandemia (caso, por ejemplo, de la agricultura o de la hostelería). A la vista de que, en cambio, hay otras actividades económicas que se encuentran en mejor situación, los especialistas de la patronal se han mostrado partidarios de negociar un pacto que, siendo general, tenga la suficiente flexibilidad como para acomodarse a las distintas situaciones sectoriales.

Reunión de alto nivel

La propuesta sindical conjunta se había trasladado formalmente a los interlocutores empresariales en la reunión de mayor nivel celebrada hasta ahora: un encuentro, este pasado martes, en el que además de los negociadores habituales participaron también los líderes de CEOE, UGT y CCOO. En esa reunión, a veces tensa -según fuentes presentes en ella- la patronal volvió a contraponer a la oferta sindical un planteamiento que ya había sido rechazado por UGT y CCOO: subidas del 3% (2022), el 2% (2023) y el 2% (2024), con posibles complementos si las cifras de productividad y PIB de los años en cuestión van resultando favorables que podrían llevar la subida acumulada los tres años a un máximo del 9%.

La fuerte escalada de los precios a consecuencia de la guerra de Ucrania complica cada vez más el pacto de salarios, porque pone difícil a las partes acordar cifras dado que la marcha futura de la inflación es muy imprevisible. A pesar de que sindicatos y empresarios se conjuraron para tener listo el pacto antes del final de marzo, la controversia sobre el mantenimiento del poder adquisitivo o no ha sido la que ha frustrado hasta ahora las cinco reuniones mantenidas hasta la fecha y los innumerables contactos que se han desarrollado fuera de la mesa para propiciar un acercamiento. Según fuentes de la negociación, el Gobierno está presionando a ambas partes para que firmen, pero los agentes sociales quieren a su vez contar con la fotografía completa de las medidas políticas adoptadas para contener la escalada de la energía antes de aterrizar un acuerdo.