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"El Corredor Mediterráneo puede convertirnos en puerto de referencia para las empresas de la provincia"

El nuevo presidente del Puerto, Julián López, en la actual terminal de contenedores Alex Domínguez

Tras una larga trayectoria en el mundo de la política, en la que ejerció como secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento y director general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre, entre otros cargos, Julián López Milla regresaba el año pasado a la docencia ejerciendo como profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Alicante (UA). Ahora, tras recibir la llamada del jefe del Consell, Ximo Puig, ha decidido volver a la primera línea de la actividad pública asumiendo la presidencia de la Autoridad Portuaria de Alicante, cargo en el que sustituye al recientemente fallecido Juan Antonio Gisbert.

¿Alicante ha vivido de espaldas al Puerto?

El Puerto se ha visto, por una parte de la ciudad, al menos, como un espacio incómodo, un lugar extraño en el que se desarrollaba una determinada actividad. Pero yo creo que es porque no se conoce el movimiento económico que se desarrolla aquí. Yo mismo me he visto sorprendido. Y luego, por otro lado, algunas de esas actividades tradicionalmente han tenido mala prensa por los problemas que han generado, especialmente, por ejemplo, los graneles. Sin embargo, considero que estamos empezando a superar esta etapa. 

¿Qué se puede hacer para cambiar esa visión?

El problema de los graneles estará resuelto dentro de unas semanas con la inauguración de las naves cubiertas automatizadas para su gestión. También hay que hacer referencia a la apertura de la segunda fase del parque del Mar, que vamos a ceder muy pronto al Ayuntamiento para que se encargue de gestionarlo y de mantenerlo, porque entendemos que es lo lógico. Asimismo, vamos a hacer una remodelación, que está ya en marcha, del conjunto de toda la dársena interior, que va a ofrecer la posibilidad de pasar de un lado a otro sin dar la vuelta. Esto, además de darle un atractivo turístico muy importante a Alicante, yo creo que cambia totalmente a mejor las posibilidades de esparcimiento de ocio y de paseo que el Puerto le ofrece a la ciudad, con unos espacios renovados y más amplios, algunos de los cuales no son ahora mismo accesibles. Y estas actuaciones propiciarán que la fachada marítima de Alicante sea mucho más amable y atractiva, lo que va a mejorar la interacción con el Puerto.

¿Cómo son las relaciones con el Ayuntamiento?

He podido constatar en las pocas semanas que llevo que existen unas buenas relaciones. Con Juan Antonio Gisbert había un diálogo muy fluido, y yo estoy convencido de que conmigo esta situación va a seguir. El alcalde es consejero del Puerto y, al final, yo creo que todo lo que beneficia al Puerto beneficia a la ciudad. Todo lo que hagamos para que el Puerto sea un espacio más amable será positivo, y también las oportunidades económicas que se generen. Así que estoy convencido de que las relaciones van a seguir siendo cordiales.

El alcalde anunció una calle dedicada a Juan Antonio Gisbert dentro del dominio portuario. ¿Qué opina al respecto?

Es la calle que está entre los hoteles Porta Maris y Meliá, y la zona marítima donde ahora mismo se sitúa la plaza del Puerto. Esa zona forma parte del dominio portuario y a mí me parece que es un buen homenaje. Tendremos que aprobar en un consejo de administración el cambio de denominación, porque hay que autorizarlo, pero estoy seguro de que eso se hará, porque al final, de lo que se trata es de rendir homenaje a una persona que ha dejado una huella muy profunda en el Puerto de Alicante. Podríamos haber barajado otros emplazamientos, pero esta propuesta la hizo el alcalde y, si le ha parecido bien, a mí también. No hay motivos para buscar otra opción.

¿Qué valoración hace de la gestión de su antecesor en el cargo?

La gestión de Juan Antonio en el Puerto ha sido extraordinariamente positiva. En todos los sitios en los que ha estado se ha revelado como un enorme gestor. La Caja del Mediterráneo, seguramente, si hubiera seguido siendo director general de la CAM, no habría terminado como terminó. También fue un buen gestor cuando se le encomendó la operación de salvamento de la Caja Rural. Y en el caso del Puerto de Alicante se reveló como un presidente extraordinariamente tenaz. Tenía unos objetivos muy claros y ha dejado en marcha todas las actuaciones necesarias para conseguirlos. 

¿Eso puede ser un aval o un lastre para usted?

Yo me he encontrado el Puerto en un proceso de completa transformación y, desde luego, el punto de partida no podía ser mejor. Es evidente que el listón está muy alto, pero yo ahora mismo lo que me planteo es llevar a buen puerto, y nunca mejor dicho, todas las cuestiones que él no ha podido ver acabadas. La herencia, en este caso, no puede ser más favorable.

Había dejado la primera línea política y regresado a la Universidad. ¿Cómo ha acabado de presidente del Puerto?

Efectivamente, yo había abandonado la actividad pública en mayo del año pasado y no me planteaba volver a ella. Pero, bueno, se dio la situación personal del propio Juan Antonio Gisbert, con quien yo había hablado muchas veces sobre lo que se estaba haciendo en el Puerto durante estos años. La primera vez que él me contó sus proyectos creo que fue en 2018, por lo que estaba bastante al tanto de las cosas que ocurrían aquí. La necesidad de buscar un relevo rápido por sus circunstancias personales me llevó a aceptar la tarea. Sabía que los proyectos estaban muy bien diseñados, los objetivos muy claros y que llegaba a un sitio donde había mucho trabajo hecho y muy bien hecho. Así que todo ello me animó a aceptar la propuesta del presidente de la Generalitat.

¿La Generalitat está apostando lo suficiente por el Puerto?

Está apostando de forma clara. Si hablamos de lo que es la reorientación de actividades que se está llevando a cabo en el Puerto, hay un liderazgo muy claro de la Generalitat a través de la Sociedad de Proyectos Temáticos y de Distrito Digital. Antes de final de año los espacios destinados a la apuesta que hace la Generalitat por la innovación y por la tecnología estarán listos. También la llegada de Accenture se produjo de la mano de la Sociedad de Proyectos Temáticos. Tenemos otros proyectos en marcha, singularmente dos que son sobradamente conocidos, con la Conselleria de Innovación. Uno para usar el Puerto como zona de pruebas de vehículos inteligentes y otro para un cable submarino de alta capacidad para la conexión de los centros de datos.

¿Cuál es la asignatura pendiente del Consell con el Puerto?

Todos los proyectos de la Generalitat están en marcha, y no solo por el bien del Puerto, sino del conjunto de la ciudad. Aparte de los citados, hay que hacer referencia a la Ocean Race que se celebra el año que viene, y que es una prueba que cuenta totalmente con el respaldo de la Generalitat, que es quien hace la aportación económica. Con todo, seguro que, cuando nos sentemos con ellos, que todavía no lo hemos hecho, vamos a tener alguna idea nueva para poner en marcha. Me gustaría que hubiera una aportación relevante al enclave empresarial logístico y tecnológico que ahora mismo se encuentra en fase de diseño, pero que tenemos que aterrizar para concretar.

¿Teme que las discrepancias políticas existentes entre el Consell, el Ayuntamiento y la Diputación puedan encontrar un campo de batalla en el ámbito del Puerto?

 Yo creo que no. Una de las muchas cosas buenas que hizo Juan Antonio Gisbert fue tejer alianzas y complicidades. El Puerto es un organismo estatal, y es cierto que al presidente lo designa la Generalitat, pero luego el alcalde está presente en el consejo de administración . Si somos capaces de darnos cuenta de la necesidad de llegar a acuerdos y de tejer consensos, el Puerto puede ser un espacio de oportunidades para todos. Por contra, no debe ser un enclave en el que se traten de buscar ventajas políticas, porque sería un fracaso para todos. Mi intención es la de hablar con todo el mundo y de hacer ver que todos los proyectos que aporten al Puerto también van a aportar a la ciudad.

El Puerto está apostando por potenciar el tráfico de mercancías e incluso proyecta una nueva terminal...

Lo tenemos muy claro y la apuesta por la nueva terminal lo demuestra. Lo que hay detrás son unas perspectivas muy claras de crecimiento del tráfico de contenedores a largo plazo. Todas las previsiones muestran que hay un crecimiento muy relevante y el Puerto de Alicante no se podía quedar atrás. Era necesario ampliar nuestra capacidad y hemos tenido la fortuna de que ha habido una empresa, como JSV, que estaba claramente interesada en tener una terminal dedicada a ello. Gracias a esta nueva infraestructura, durante dos décadas, Alicante va a tener garantizada la capacidad para gestionar todos los contenedores que lleguen a nuestros muelles.

En un contexto como el actual, ¿puede Alicante competir con otros puertos?

El de Alicante es un puerto pequeño en comparación con otros que tenemos cerca, como los de València e incluso Castellón. Sin embargo, tenemos la capacidad de ofrecer algunas posibilidades que no ofrecen los puertos más grandes. Un puerto donde los trámites se pueden hacer rápido y donde no se genera el nivel de burocracia y el nivel de complejidad operativa que hay en los puertos grandes. Y yo creo que, además, nosotros tenemos alguna ventaja importante en relación con los tráficos que se producen con las Islas Canarias, que son una fuente de oportunidades que tenemos que aprovechar. Y luego está el tema del Corredor Mediterráneo, que cuando vea la luz nos va a conectar con la red ferroviaria y nos va a ofrecer muchas posibilidades de crecimiento. Lamentablemente, es un proyecto que se está demorando más de lo previsto, pero va a marcar un hito porque , insisto, ofrecerá muchas posibilidades de tráfico de mercancías. 

¿Cómo se encuentra el proyecto del Palacio de Congresos?

El Palacio de Congresos es un proyecto que Alicante necesita desde hace mucho tiempo. Y desde el punto de vista de la Autoridad Portuaria estamos llevando a cabo todos los trámites necesarios para que ese palacio se puede establecer en el recinto. En un plazo de alrededor de un año tendremos toda la tramitación administrativa, y, a partir de ahí, es a las administraciones a las que les corresponde impulsar ese proyecto. Nosotros, desde luego, estamos encantados con la idea porque es buena para Alicante, pero también será buena para el Puerto. 

¿Peligra en una coyuntura tan complicada como la actual?

 Creo que el Palacio de Congresos es un proyecto a muy largo plazo, y que, además, habría que concebirlo como un proyecto absolutamente emblemático para Alicante. Ya tenemos una Institución Ferial y un Auditorio de la Diputación. Con el Palacio de Congresos hay que ir mucho más allá y ofrecer a la ciudad una infraestructura que no tiene. 

Palacio de Congresos, sede de Distrito Digital y, posiblemente, de la Cámara de Comercio. ¿Hacia dónde avanza el Puerto?

El Puerto está en un proceso de transformación radical. Porque no solamente es que va a seguir mejorando su integración en la ciudad, es que las propias actividades portuarias tradicionales se van a transformar de una manera muy relevante, con la nave automatizada de los graneles, la nueva terminal de contenedores, el Distrito Digital, el enclave empresarial logístico y tecnológico que estamos empezando a diseñar. También hay alguna otra cuestión que tiene que ver más con la actividad de nuestros concesionarios, como el centro comercial Panoramis, que desde fuera parece que no ha ocurrido nada, pero si te metes dentro está absolutamente renovado y hay un coworking moderno perfectamente adaptado a las necesidades de esas actividades. A mí lo que me gustaría para los próximos años es que el Puerto de Alicante fuera capaz de generar lo que se llama economías de aglomeración, es decir, que fuéramos capaces de desarrollar una serie de actividades que se complementaran entre ellas, y que lo hicieran de manera tal que atrajeran a empresas que ahora mismo ni se plantean venir. 

¿En qué medida puede afectar la crisis a los proyectos que están en marcha?

 Es cierto que podemos asistir a una cierta ralentización de la actividad económica durante algún tiempo. Lo que ocurre es que los proyectos que estamos diseñando en el Puerto son de muy de largo plazo y, además, apuestan por actividades completamente innovadoras, por lo que no les debe afectar demasiado. Y en el caso de las actividades portuarias más tradicionales, estamos viendo cómo en el caso de los cruceros no se ha producido una afección importante y en el del tráfico de contenedores o de los movimientos de graneles tampoco. De hecho, antes de que estallara el conflicto con Ucrania, el crecimiento de la actividad era espectacular. Se ha ralentizado algo, pero no de forma relevante.

¿Falta implicación de la provincia con el Puerto?

Alicante no se ha considerado durante mucho tiempo como una ciudad portuaria, así que, si trasladamos esto la provincia, nos encontramos con que tradicionalmente el Puerto se ha visto como algo de esta ciudad. Incluso a empresarios de la provincia, por razones estrictamente logísticas, les resulta más rentable a día de hoy hacer su tráfico de mercancías con el Puerto de València. Yo creo que es algo que tenemos que vencer. Seguro que si somos capaces de potenciar el puerto la cosa va a cambiar, y la conexión con el Corredor Mediterráneo nos abre la posibilidad de que Alicante se pueda convertir en el puerto de referencia para muchas empresas de la provincia.

En su momento, cuando se habló de la posibilidad de que Ana Barceló fuese la alcaldable del PSOE en Alicante, se especuló con que tuviese un paso previo por el Puerto. ¿Se ve usted como candidato?

Para nada. Una de las claves del éxito de los proyectos que se están desarrollando en el Puerto es que necesitan de la colaboración de todas las administraciones, con independencia de cual sea su color político. Mal servicio prestaría yo al Puerto si lo usara como trampolín para cualquier cuestión de partido.

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