Las aerolíneas aceleran su reactivación en España tras dos años de parón por la pandemia. Las compañías aéreas se abrazan a la recuperación del turismo e igualarán este verano la oferta de vuelos que tuvieron en 2019 a pesar del impacto económico de la guerra en Ucrania. La programación para la temporada estival (entre abril y octubre) contempla la oferta de 212 millones de asientos, apenas un 0,4% por debajo del último año previo a la epidemia de covid, según las cifras adelantadas por la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y recogidos por El Periódico de España.

“La senda de recuperación es clara”, sentencia Javier Gándara, presidente de ALA, que anticipa que las compañías aún pueden adaptar su oferta de vuelos -tanto recortándola como elevándola aún más- en función de la evolución de la pandemia y de la guerra. La invasión militar de Rusia sobre Ucrania no ha tenido de momento un impacto directo significativo en la actividad del sector aéreo europeo, pero sí provoca un golpe indirecto severo en sus cuentas y su rentabilidad por el encarecimiento del combustible (el precio del queroseno se ha duplicado en un año y concentra en torno a un tercio de todos los costes de las aerolíneas).

De momento, con la programación prevista para este verano, la reactivación será plena en los grandes destinos turísticos vacacionales de España (Baleares aumentará un 10,6% los asientos en relación a la oferta de 2019 y Canarias los elevará un 8,1%) y aún no estará lejos de ser total en los aeropuertos más dependientes del turismo de negocios y de los pasajeros de vuelos de largo recorrido (Madrid seguirá este verano un 7,5% por debajo de la oferta prepandemia y Barcelona un 11,2%).

La recuperación de la oferta de vuelos no implica de momento la recuperación también de todos los pasajeros. La demanda sigue yendo más lenta que la oferta (en la temporada de invierno se alcanzó el 82% de oferta de asientos precovid, pero sólo el 72% de los clientes). La patronal aérea aspira, no obstante, a alcanzar ya en 2023 los niveles de tráfico de pasajeros que España registró en 2019, cuando marcó récord histórico con 275 millones de viajeros en todo el ejercicio. Con ello, España se convertiría en el primer gran mercado en recuperar los pasajeros prepandemia y se colocaría a la cabeza de la reactivación mundial.

Alerta por retrasos

Desde la patronal se alerta de que la reactivación del sector de este verano puede verse ensombrecida en España por retrasos de vuelos provocados por los problemas de congestión del espacio aéreo en Europa y por las aglomeraciones en grandes aeropuertos por la escasa dotación de agentes de Policía para el control de pasaportes.

ALA alerta de los problemas de congestión en el espacio aéreo en Europa, y teme que la situación se agrave en los próximos mees en Francia por la reducción de actividad en el centro de control de Reims hasta septiembre por la implantación de un nuevo sistema de navegación aérea. La inmensa mayoría de los vuelos con origen o destino en aeropuertos Catalanes y de Baleares sobrevuelan el espacio aéreo francés y los problemas de allí amenazan con provocar retrasos masivos en momento de alta actividad como los meses centrales del verano.

En paralelo, ALA reclama al Gobierno que refuerce la dotación policial en los controles de pasaportes de los aeropuertos de mayor tráfico de vuelos internacionales, por que la falta de agentes amenaza con provocar retrasos o pérdidas de vuelos en nuestro país. Según la asociación de las aerolíneas, esta Semana Santa más de 3.000 pasajeros perdieron su conexión en el aeropuerto de Madrid-Barajas por las largas esperas producidas en los filtros fronterizos.