La Comisión Europea abrió en junio de 2020 una investigación formal sobre posibles abusos monopolísticos de Apple en relación a su servicios de pagos Apple Pay en los dispositivos iOS. Casi dos años después los servicios de la competencia comunitarios han enviado un pliego de cargos a la compañía en la que concluyen que la multinacional de la manzana abusa de su posición dominante al impedir a sus competidores acceder a la tecnología estándar para realizar pagos sin contacto en las tiendas a través de la comunicación de campo cercano (NFC).

“Tenemos indicios de que Apple ha restringido el acceso de terceros a la tecnología clave necesaria para desarrollar soluciones rivales de monederos electrónicos en los dispositivos Apple. A título preliminar consideramos que Apple podría haber restringido la competencia en beneficio de Apple Pay, su solución patentada. De confirmarse, esta conducta sería ilegal de acuerdo con nuestras normas de la competencia”, ha avisado la vicepresidenta y responsable de competencia, Margrethe Vestager, que ha eludido pronunciarse sobre el montante de la multa que podría imponer Bruselas de confirmarse las acusaciones.

Según ha explicado, aunque el gigante informático justifica las restricciones por motivos de seguridad, la investigación hasta la fecha "no ha revelado ninguna prueba que apunte a ese mayor riesgo de seguridad. Por el contrario, las pruebas que obran en nuestro expediente indican que la conducta de Apple no puede justificarse por motivos de seguridad", ha añadido

Pagos en tiendas e internet

Apple Pay es la solución de monedero móvil propia de Apple para iPhones y iPads, que se utiliza para realizar pagos móviles tanto en tiendas físicas como en internet. Los iPhones, iPads y el software de Apple forman, según Bruselas, un “ecosistema cerrado” en el que el gigante informático controla todos los aspectos de la experiencia del usuario, incluido el acceso de los desarrolladores de monederos móviles al mismo. De ahí que considera, según la investigación preliminar, que la empresa de Tim Cook disfruta de un poder de mercado significativo en el mercado de los dispositivos móviles inteligentes y de una posición dominante en los mercados de monederos móviles.

En particular, sostiene la Comisión, Apple Pay es la única solución de monedero móvil que puede acceder a la entrada NFC necesaria en el sistema operativo iOS y Apple no la pone a disposición de los desarrolladores de aplicaciones de monederos móviles de terceros. La tecnología NFC, explica la Comisión, está integrada en los dispositivos móviles de Apple para los pagos en las tiendas. Se trata de la tecnología que permite la comunicación entre un teléfono móvil y los terminales de pago en las tiendas. La NFC está estandarizada, disponible en casi todos los terminales de pago de los comercios y permite realizar los pagos móviles más seguros y fluidos. En comparación con otras soluciones, la NFC ofrece una experiencia de pago más fluida y segura y goza de mayor aceptación en Europa.

Menos innovación y opciones

La opinión preliminar de la Comisión es que la posición dominante de Apple en el mercado de los monederos móviles en su sistema operativo iOS, restringe la competencia, al reservar el acceso a la tecnología NFC a Apple Pay. “Esto tiene un efecto excluyente sobre los competidores y conduce a una menor innovación y menos opciones para los consumidores de carteras móviles en los iPhones”, avisa la Comisión. De confirmarse, esta conducta infringiría el artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea ("TFUE") que prohíbe el abuso de posición dominante en el mercado.

El envío de un pliego de cargos no prejuzga el resultado de una investigación y de momento sólo cuestiona el acceso a la entrada NFC por parte de terceros desarrolladores de carteras móviles para pagos en tiendas. No obstante, se trata de un paso formal en la investigación en el que se informa por escrito a la empresa de las presuntas violaciones para que responda por escrito a Bruselas. La compañía también tiene derecho a solicitar una audiencia oral. Como siempre en estos casos, no hay plazos legales para finalizar la investigación antimonopolio y dependerá de una serie de factores, como la complejidad del caso, el grado de cooperación de las empresas afectadas con la Comisión y el ejercicio de los derechos de defensa.