Los presidentes de Telefónica, José María Álvarez-Pallete; y de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri han admitido durante su intervención en un debate en el marco de la Reunió Cercle d'Economia en Barcelona que la globalización se ha puesto en cuestión, especialmente tras la guerra de Ucrania; y los cambios que las distintas crisis que se han encadenado han acelerado.

Álvarez Pallete ha reclamado que las personas puedan conocer el valor de los datos que crean en su actividad diaria en la red: "Se nos tiene que decir el valor de nuestros datos; si no, es vasallaje digital". Ha asegurado que la actual revolución tecnológica "ha creado un nuevo factor de producción, que son los datos", y cuyo valor la población no conoce. El máximo directivo de Telefónica ha subrayado que los datos que crea cada persona son su propiedad y que "no se pueden expropiar sin contrapartida, y la contrapartida no puede ser un producto gratuito".

Ha lamentado también que las redes sociales se están usando para viralizar noticias, "a veces de forma intencionada", y que hay derechos en el mundo analógico que no existen en la red; por ejemplo, saber si se está hablando con una persona o con un bot, o si se está consumiendo publicidad.

Álvarez-Pallete ha afirmado que las nuevas tecnologías permitirán crear 400.000 nuevos empleos en cinco años en España, pero ha señalado la necesidad de "capacitar a la población para hacer frente a este nuevo empleo". Y ha puesto como ejemplo a su compañía, donde se aplican programas de formación a 23.000 personas.

Por su parte, el presidente de CaixaBank ha defendido que los nuevos actores del sistema financiero operen con las mismas reglas que la banca tradicional. "Es un tema al que hay que enfrentarse y los reguladores lo tienen que hacer y cuanto antes mejor", ha afirmado. Goirigolzarri ha explicado que el sector financiero ha vivido en los últimos años la entrada de nuevos actores como 'startups' y empresas 'fintech' que "legítimamente" quieren romper el 'statu quo' del sector, aumentando así la competencia. aunque ha defendido la competencia ha reclamado que todos los actores operen con unas mismas reglas de juego, porque la arbitrariedad regulatoria es una "semilla de inestabilidad".