Los podólogos no están nada de acuerdo con aquello de que "para lucir hay que sufrir". Hartos de ver en sus consultas los problemas que ocasiona un zapato inadecuado, demasiado estrecho o que no se adapta con naturalidad al movimiento del pie, decidieron contactar con la industria para ponerle remedio y desarrollar un calzado más "sano". La firma ilicitana Gioseppo fue la primera en responder a su petición y con ella han desarrollado el sello "Podologic", que a partir de ahora marcará los modelos de la compañía que se adapten a los consejos de estos profesionales.
El vicepresidente de la firma, José Miguel Navarro, y la presidenta del Colegio de Podólogos de la Comunidad, Pilar Nieto, han formalizado este viernes el acuerdo que ha permitido la puesta en marcha de esta iniciativa, y que supone la primera colaboración de este tipo que desde la organización profesional realizan con un fabricante. Algo sorprendente, como han admitido los propios protagonistas del acto, teniendo en cuenta la estrecha relación entre la actividad que desarrollan unos y otros.
En este sentido, más allá de la cuestión de la altura del tacón -que al fin y al cabo, puede elegirse, gracias a la variedad de modelos existente en el mercado, como ha recordado Nieto-, los podólogos han apuntado a las hormas demasiado estrechas y a la falta de flexibilidad de las suelas como dos de los factores que suelen ocasionar los mayores problemas. "El calzado se ideó para proteger el pie, pero en algún momento parece que pasó a sustituirlo y a ser lo principal. Y no se tiene en cuenta, por ejemplo, que forman parte del aparato locomotor y deben posibilitar esta función", ha apuntado el podólogo Jonatan García.
"La frase más horrorosa que te pueden decir de unos zapatos es 'llévalos hasta que se te adapten'. El pie no tiene que sufrir", ha insistido Pilar Nieto. "Cuanto te pones un zapato tiene que ser el adecuado para ti, tiene que ser un momento Cenicienta, no un momento hermanastra de la Cenicienta", ha ejemplificado, por su parte, María Lozano, la impulsora del proyecto.
Desde Gioseppo, José Miguel Navarro ha recordado que la compañía siempre ha tenido en la comodidad uno de sus sellos distintivos, por lo que inmediatamente tuvieron claro que querían participar en la iniciativa. Y todavía más en un momento, después de la pandemia, en el que el consumidor aún valora más el confort y la salud, tras todo lo sucedido.
Eso sí, el camino no ha sido nada sencillo, ya que, como ha señalado Navarro, cualquier pequeño cambio supone modificar complejos procesos de producción. Así, además de modificaciones en las hormas y otros ajustes de diseño para adaptarse a las recomendaciones de los profesionales, también se ha tenido que trabajar sobre los materiales y los procesos de fabricación para, por ejemplo, conseguir esa mayor flexibilidad de las suelas, que facilite la adaptación del calzado al movimiento que debe realizar el pie. Una tarea en la que ha sido necesario implicar tanto al propio equipo técnico de Gioseppo, como a sus proveedores.
Para este verano, la compañía de la familia Navarro Pertusa ya dispondrá de 25 modelos de la colección de mujer con el sello "Podologic", y en otoño empezará a llegar también a las líneas de hombre e infantil. El objetivo es que esta innovación se vaya extendiendo al resto del catálogo en la medida de las posibilidades.
Evolución de las ventas
Por lo que respecta a la situación de mercado, el vicepresidente de Gioseppo ha explicado que el inicio de la pandemia les sorprendió en el peor momento posible, ya que es en los meses de febrero y marzo cuando realizan los mayores aprovisionamientos. Por si fuera poco, la compañía preveía para entonces su mejor campaña, por lo que el volumen de compras había sido excepcional "y ya lo habíamos pagado todo".
A pesar del lógico nerviosismo, los responsables de la firma ilicitana apostaron por aguantar y no depreciar el producto, para trasladarlo a las siguientes temporadas. Una estrategia que, según José Miguel Navarro, les dio resultado, ya que al año siguiente consiguieron "una recuperación en V", que volvió a situar los niveles de venta de la compañía en cifras cercanas a las que se daban antes de la pandemia.
De nuevo, este 2022 la firma preveía batir su récord -"había muy buenas perspectivas, faltaban zapatos", ha asegurado el ejecutivo-, aunque el estallido de la guerra y, sobre todo, la inflación han frenado las previsiones. "Hemos detectado cierta contención. Las reposiciones que se esperaban, no se están produciendo, pero confiamos en que la llegada del verano pueda volver a animar las ventas", ha apuntado Navarro. Una contención que, según la compañía, está afectando tanto al mercado nacional, como el europeo.
