El Gobierno incluyó en el macrodecreto de medidas contra el impacto de la guerra el descuento directo de 20 céntimos por litro de combustible para todos los consumidores. Una medida que para aplicarse de manera inmediata el Ejecutivo optó hacerla generalizada, con rebajas del precio final sin distingos, para todos los clientes, para aliviar el golpe para los conductores -particulares y profesionales- en plena escalada de los precios de los carburantes.

Desde el propio Gobierno en los últimas semanas se ha venido apuntando la posibilidad de eliminar el descuento -que entró en vigor el 1 de abril y lo estará hasta el 30 de junio- o modificarlo si se constataba que no estaba siendo eficaz. Ahora el Banco de España se muestra crítico con este tipo de medidas de apoyo con carácter indiscriminada, apostando por dirigir las ayudas a los más vulnerables o a los más afectados, y alerta de que la rebaja de 20 céntimos está beneficiando más a los hogares de rentas altas.

“La necesidad de atender rápidamente a los agentes más afectados se cubre a través de la subvención a los precios de los carburantes, pero esta es una medida muy genérica, que posiblemente tenga incluso un carácter regresivo, dado que los hogares de menores rentas probablemente tengan un menor consumo de esos productos”, advierte el Banco de España en su Informe Anual de 2021.

El organismo comandado por el gobernador Pablo Hernández de Cos avisa de que “quizá habría sido preferible el uso de transferencias condicionadas al nivel de renta” y no aplicar los descuentos a los combustibles a todos los conductores. “La deseabilidad del carácter selectivo de las medidas se fundamenta en la conveniencia de no fomentar un exceso de demanda que agrave los cuellos de botella y realimente el proceso inflacionista”.

Las estimaciones preliminares que maneja el Banco de España apuntan que el descuento de 20 céntimos por litro está propiciando que la inflación que soportan los hogares de mayor renta se reduzca en 0,61 puntos porcentuales entre abril y junio, mientras que para los hogares de rentas bajas ese recorte del peso de la inflación será de 0,35 puntos porcentuales. “Las medidas de apoyo a hogares y empresas frente a la perturbación de precios de la energía deben tener una naturaleza temporal, permitir una aplicación rápida y estar dirigidas a los agentes que verdaderamente las necesitan”, sentencia el Banco de España.

El Gobierno, abierto a cambios

Desde el Gobierno se defiende que lanzar la rebaja de carburantes para todos los usuarios era la única forma de aplicarlo rápidamente en un momento de crisis de precios extrema. Pero la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha llegado a abrir la puerta a reconvertirlo más adelante en un descuento que se repartiría en función de la renta del consumidor si la crisis energética y los altos precios de gasolina y gasóleo se prolongan y se hace necesario ampliar el apoyo a los conductores.

“Si tenemos que mantener el sistema de apoyo a los consumidores de combustible de automoción, lo justo y lo razonable es intentar centrar cuáles son las familias y cuáles los niveles de renta que merecen más apoyo. Hay que buscar que sea un sistema parecido a una tarjeta para concentrar el esfuerzo fiscal para ayudar a esas familias”, explicó hace unas semanas Ribera.

El Gobierno asume el coste de los 20 céntimos por cada litro de combustible vendido durante estos tres meses, con un impacto previsto en el presupuesto público de 1.423 millones de euros. Las petroleras con las mayores redes de gasolineras (Repsol, Cepsa, BP, Galp, Shell y DISA) han ampliado esos descuentos hasta entre 25 y 30 céntimos por litro, en función de que los clientes pertenezcan a sus programas de fidelización o utilicen los propios medios de pago de las compañías.

El reparto generalizado del descuento de 20 céntimos por litro para todos los clientes y en todos los repostajes, con independencia del nivel de renta del consumidor y de la intensidad en el uso de los vehículos, ha recibido críticas por ser regresiva: al ser general, beneficia más a las rentas altas. La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha anticipado que el Ejecutivo estudiará la efectividad de todas las medidas de apoyo aprobadas en el macrodecreto de la guerra y que se eliminarán o modificarán las que no estén siendo eficaces.

Calviño ya llegado a ir más allá y ha amenazado con poner fin al descuento de 20 céntimos por litro de combustible si se constata que algunas petroleras están subiendo los precios del carburante para absorber la rebaja y, en la práctica, anularla. “Si vemos que alguna medida hace que se mantengan los precios porque los operadores están absorbiendo la ayuda, no seguiremos con esa ayuda”. Desde el Gobierno se advierte de que se está haciendo un “seguimiento muy de cerca” del funcionamiento del mercado de carburantes para evitar que eventuales comportamientos de las compañías estén entorpeciendo la efectividad de las medidas adoptadas para contener la escalada de precios.