Después de varios días marcados por la incertidumbre y la indignación, Bruselas ha dado luz verde finalmente al tratamiento en frío para las naranjas importadas, una medida que se tramitará por vía de urgencia para que se empiece a aplicar en junio, y que debe servir para evitar la propagación de plagas como la de la falsa polilla. La aprobación ha sido recibida con satisfacción por el sector que, no obstante, va a pedir que se extienda tanto a las mandarinas como a los pomelos, dos especies también susceptibles de resultar afectadas por este problema.
La decisión del Ejecutivo comunitario de retirar el pasado viernes la propuesta del tratamiento en frío para las naranjas propició una catarata de críticas por parte de productores y organizaciones agrarias, que lo acusaban de haberse plegado a los intereses del potente lobby agrícola sudafricano. La rectificación ha llegado este miércoles, con la aprobación de la medida en el seno del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos.
La presidenta de Intercitrus, Inmaculada Santacreu, destaca que la aprobación "es algo que trasciende a la agricultura española, puesto que es un paso histórico en favor de la sanidad vegetal del conjunto del agro europeo". En este sentido, ha felicitado al ministro Planas por las gestiones realizadas, agradecimiento que el secretario general de La Unió, Carles Peris, extiende también al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y a la consellera de Agricultura, Mireia Mollà. Esta última también ha hablado de día histórico y de justicia. Según sus palabras, «no tenía ningún sentido que Europa no aprobara esta medida».
